MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 33 por ciento de los ancianos de todo el mundo que están en residencias han sido abusados en el último año, según se desprende de un informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y presentado con motivo del 13º Día Mundial de Concienciación sobre el Abuso a Ancianos (WEAAD, por sus siglas en inglés).
El maltrato a personas mayores adopta muchas formas, incluido el abuso psicológico, físico, financiero y sexual, así como el descuido. Un problema que, tal y como ha reconocido el organismo de Naciones Unidas, es "muy complejo" porque contribuyen en el mismo diferentes factores.
En concreto, los actos de abuso en las residencias pueden consistir en dejar al mayor con la ropa sucia, darles menos dosis de medicación o privarles de la misma y agresiones físicas y psicológicas. En este sentido, la OMS ha alertado de que un estudio realizado durante 13 años demostró que los ancianos que son agredidos tienen el doble de riesgo de morir prematuramente, en comparación con los que no padecen esta violencia.
Además, a nivel mundial, se prevé que el número de casos de abuso de personas mayores aumente en los países que tienen mayores tasas de envejecimiento poblacional.
MEDIDAS MULTISECTORIALES URGENTES
Por ello, la OMS ha solicitado la puesta en marcha de medidas multisectoriales urgentes, incluida la respuesta del sector de la salud. De hecho, su Estrategia y el Plan de Acción para un Envejecimiento Saludable en Europa 2012-2020 recomienda acciones para combatir el maltrato a personas mayores.
Estos incluyen la creación de conciencia, la mejora de la calidad de los servicios en las comunidades, así como el apoyo adecuado al personal de las instalaciones residenciales. "En todo el mundo, los gobiernos pueden hacer más para abordar y prevenir el maltrato a personas mayores", ha recalcado la OMS.
En concreto, considera que el sector de la salud puede crear conciencia en el sector de la salud y otros sectores sobre la salud y la carga social del maltrato a las personas mayores; reconocer el maltrato a las personas mayores como un problema de salud pública y establecer un punto focal para abordar el maltrato a las personas mayores; desarrollar y evaluar intervenciones basadas en la evidencia para prevenir el maltrato a personas mayores; proporcionar servicios a las víctimas de abuso de ancianos; y colaborar con otros sectores para abordar el maltrato a personas mayores, como los sectores de justicia penal, salud y servicios sociales.
"Todos podemos apoyar acudiendo a viejos amigos, vecinos o familiares para luchar contra el aislamiento social; uniéndose a un comité o red local de prevención de abuso de adultos mayores; observando señales de advertencia y aprendiendo cuándo, dónde y cómo reportar el abuso; y conociendo los derechos de las personas mayores e informarles sobre estos derechos", ha zanjado el organismo.