MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las personas cuyos ojos muestran signos de pequeños cambios en los vasos sanguíneos a los 60 años pueden tener más probabilidades de desarrollar problemas de memoria cuando alcancen los 80 años en comparación con las personas con ojos sanos, según concluye un estudio publicado este miércoles en la edición digital de 'Neurology', la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología.
"Los problemas con los vasos sanguíneos pequeños en el cerebro son probablemente un factor importante en el deterioro cognitivo igual los problemas en las arterias más grandes, pero no tenemos la capacidad de tomar imágenes de estos vasos pequeños con imágenes cerebrales --explica la autora del estudio Jennifer A. Deal, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos--. Debido a que los vasos sanguíneos en el ojo y el cerebro son muy similares anatómicamente, supusimos que mirar los vasos sanguíneos en el ojo nos ayudaría a entender qué estaba sucediendo en el cerebro".
El estudio involucró a 12.317 personas que realizaron pruebas de memoria y habilidades de pensamiento al comienzo del estudio, otra vez unos seis años después y por tercera vez aproximadamente 20 años después de la primera prueba. Se usó una cámara especial de retina para tomar fotos de la parte posterior de los ojos de los participantes aproximadamente tres años después del inicio del análisis, cuando los participantes tenían una edad promedio de 60 años. Un total de 11.692 personas no mostraron signos de retinopatía o daño a los vasos sanguíneos en la retina, 365 personas tuvieron retinopatía leve y 256 personas presentaron daño de moderado a severo.
Los científicos encontraron que las personas que tenían retinopatía moderada a grave presentaban más probabilidades de sufrir mayores caídas en sus puntuaciones en las pruebas de memoria y pensamiento a través del tiempo que las personas que tenían ojos sanos. Para las personas con daños de moderados a severos, sus puntuaciones promedio en las pruebas disminuyeron en 1,22 unidades de desviación estándar en 20 años, en comparación con una disminución de 0,91 unidades de desviación estándar para las personas con ojos sanos.
Cuando los investigadores ajustaron los datos para tener en cuenta a las personas que habían omitido algunas de las pruebas de pensamiento, descubrieron que la diferencia entre los dos grupos era igual a 0,57 unidades de desviación estándar. "Para poner esto en perspectiva, un estudio previo que utilizó los mismos métodos encontró que el efecto de la diabetes sobre el deterioro cognitivo era igual a 0,21 unidades de desviación estándar", dice Deal.
"Si los resultados de nuestro estudio pueden confirmarse, las diferencias en la integridad de la retina podrían proporcionar estimaciones razonables de cuánto daño en los vasos sanguíneos pequeños en el cerebro está contribuyendo al deterioro cognitivo", concluye este experto.