MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La musicoterapia pasiva mejora el nivel nutricional, digestivo e inmunológico de pacientes geriátricos en coma o en estado de mínima conciencia, según ha mostrado un estudio llevado a cabo por Sanyres, en colaboración con el departamento de estadística de la Universidad de La Salle.
El programa, el primero que se realiza de este tipo, se ha puesto en marcha en el centro Sanyres Aravaca de Madrid y los resultados han sido presentados en el último encuentro de la Sociedad Española de Neurología. Para llevarlo a cabo, los expertos analizaron a 14 pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Especiales Geriátrico (UCEG) con una media de edad de 87,29 años.
A todos ellos, se les realizó una valoración previa consistente en pasar unos test como el 'Noma/Near Coma Scale', 'Disability Rating Scale', 'Rancho de los Amigos de funcionamiento cognitivo' y 'Escala del coma Glasgow'; además de mediciones de constantes vitales, incluyendo la frecuencia cardiaca y respiratoria, saturación de oxígeno, temperatura, glucemias y peso. También se les realizó una valoración subjetiva de los familiares de los residentes.
A nivel técnico, en las televisiones de cada habitación se conectó contenido audiovisual en el que cada pista estaba asociada a la actividad que se iba a desarrollar con el residente. Por ejemplo, durante las comidas las imágenes eran de alimentos y la música activadora, mientras que en el momento de la ducha, considerado estresante para el residente, se eligió una música relajante. Entre las 20.00 horas y las 8.00 horas, el programa se desactivó para ayudar a orientar el ciclo vigilia-sueño.
"Se ha tenido que implicar a toda la residencia puesto que hemos tenido que eliminar los ruidos en las zonas donde se ha estado aplicando, bajar el volumen de las televisiones y, además, el personal ha colaborado muchísimo bajando el tono de voz y evitando realizar ruidos molestos en sus tareas cotidianas", ha explicado el neuropsicólogo y director de Sanyres Aravaca y Sanyres Aravaca Centro, Juan Castilla.
LA MÚSICA MOVILIZA A UN GRAN NÚMERO DE CIRCUITOS CEREBRALES
A través de la musicoterapia pasiva, que ya ha demostrado beneficios en neonatos o en personas con discapacidades severas, el paciente escucha música pero sin instrumentos ni movimientos activos, y es de "gran utilidad" ya que la música es un estímulo que moviliza un gran número de circuitos cerebrales en ausencia de otros estímulos que de forma habitual desencadenan su actividad.
Por ello, altera de forma subliminal el patrón habitual de procesamiento de la información sensorial que llega al cerebro y hace que las personas respondan de manera diferente. "Con este tratamiento el paciente recibe una estimulación ambiental de forma pasiva a base de ondas musicales con temas elegidos por un experto musicoterapeuta y adaptados a los diferentes momentos del día. Además, se acompaña de imágenes también asociadas a la actividad diaria", ha puntualizado Castilla.
Así, los investigadores han comprobado que el tratamiento tiene efectos "positivos" en estos pacientes ya que mejora la función fisiológica, los 'linfocitos T' del sistema inmunológico, de la frecuencia cardiaca, de la tensión arterial y, además, los pacientes reaccionan a los estímulos y están "más conectados" con el entorno. Para las familias también ha sido una terapia positiva puesto que la interactuación entre ellos mejora visiblemente.
"En este tiempo de aplicación del estudio hemos conseguido diferencias importantes como, por ejemplo, en el peso de los residentes estudiados. En tan sólo dos meses ya se pueden apreciar cambios positivos y estadísticamente significativos. Por el momento, creemos que los resultados son prometedores y son una nueva vía que se debe incluir en los tratamientos geriátricos especiales para este tipo de residente", ha zanjado Castilla.