MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha alertado de un incremento de la incidencia y la prevalencia en España de la miastenia, una enfermedad caracterizada por la debilidad y fatiga de los músculos esqueléticos y, de hecho, es de los países donde se ha registrado el mayor incremento en mayores de 65 años.
Este trastorno de origen autoinmune cursa con brotes de mejoría y agravación y es progresiva e invalidante, y se estima que actualmente hay unos 10.000 afectados, con 700 nuevos casos cada año, según ha destacado esta sociedad científica con motivo del Día Nacional contra la Miastenia que se celebra este jueves, 2 de junio.
Aunque puede desarrollarse a cualquier edad (entre un 10 y un 20% de los casos diagnosticados son infantiles) tiene una mayor incidencia en la edad reproductiva de las mujeres (entre los 20 y los 40 años) y en hombres de entre 50 y 70 años.
En los países en los que más han aumentado los casos en mayores, además de en España, es en Dinamarca, Japón y Canadá, y aunque las causas se desconocen puede deberse al envejecimiento del sistema inmune.
Y además de estos factores biológicos, ha añadido Jesús Esteban Pérez, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), también puede deberse a "una mejor identificación de los pacientes y los avances terapéuticos".
El 60 por ciento de mismos se identifican antes del primer año de experimentar los primeros síntomas. "Actualmente, desde que una persona experimenta los primeros síntomas hasta que recibe un diagnóstico, discurre un periodo de entre 3 meses y 3 años, unos tiempos que han mejorado sustancialmente en los últimos años", según este experto.
Dado que la debilidad es un síntoma común de otros muchos trastornos, los retrasos en el diagnóstico se dan sobre todo en los casos en los que su debilidad es muy leve o cuando solo se presenta en algunos músculos. Además es una enfermedad muy variable, cuyo inicio puede ser muy repentino.
Los músculos afectados por la enfermedad varían significativamente de un paciente a otro, así como su intensidad y su gravedad. No obstante, en la mayoría de los casos el primer síntoma perceptible es la debilidad en los músculos oculares y en otros la dificultad para tragar o para hablar pueden ser los primeros síntomas.
En los casos más severos, la enfermedad afecta a casi todos los grupos musculares, incluyendo a aquellos involucrados en la respiración. "Calculamos que en más del 70 por ciento de los casos la enfermedad se inicia con afección de la musculatura ocular y en un 20 por ciento continúa afectando exclusivamente a los ojos", ha explicado.
EL TRATAMIENTO DEPENDE DE LA EDAD
En cuanto al tratamiento, Esteban reconoce que depende de la edad del paciente y de la gravedad y ritmo de progresión de la enfermedad, pero actualmente en la mayoría de casos puede ser controlada.
"Gracias a las mejoras en los fármacos se ha conseguido que la mayoría de los pacientes vuelvan a realizar una actividad normal. No conseguimos retirar la medicación a más de un 30 por ciento de los casos, en el resto los pacientes deben seguir con ella durante toda su vida, pero actualmente un 90 por ciento de los pacientes pueden llevar vidas normales o casi normales", ha explicado.
Los casos más graves, que afectan al 15-10 por ciento de los pacientes, se dan en aquellas personas en las que se ven afectados los músculos respiratorios. Hace 50 años la mortalidad asociada a fallos respiratorios podía superar el 30 por ciento, pero actualmente esta proporción se ha reducido de forma drástica.
"Por lo general, esta enfermedad tiende a estabilizarse y la esperanza de vida de los afectados puede ser similar a la de la población sana. En todo caso, los pacientes deben aprender a vivir con su enfermedad puesto que la debilidad muscular aumenta con la actividad y mejora con los periodos de reposo", según este neurólogo.
Además, actualmente se están realizando diversos ensayos clínicos con células madre y están en desarrollo estudios para el uso de anticuerpos monoclonales o vacunas, que podrían marcar el fututo tratamiento de esta enfermedad.