MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos han identificado nuevos genes asociados con la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida de visión y ceguera entre las personas de 65 años y más. Estos hallazgos proporcionan una imagen más amplia de las implicaciones genéticas en la DMAE y presentan nuevas vías para el desarrollo del tratamiento.
"Si estuviéramos realizando una investigación criminal, un estudio previo habría localizado diferentes sindicatos del crimen en 52 calles dentro de 34 códigos postales. Estos últimos hallazgos identifican sospechosos reales: objetivos directos que podemos investigar más de cerca", explica Anand Swaroop, el investigador principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'Nature Genetics'.
Anteriormente, Swaroop y sus colegas habían comparado poblaciones de personas con y sin DMAE e identificaron 34 pequeñas regiones genómicas, llamadas loci, y 52 variantes genéticas dentro de estos loci que se asociaron significativamente con esta enfermedad. "Sin embargo, al igual que con otras enfermedades comunes y complejas, la mayoría de las variantes resultaron no estar presentes en las regiones codificantes de proteínas del genoma, lo que nos hace preguntarnos cómo tenían un efecto biológico en la DMAE", señala.
Los investigadores exploraron si las variantes podrían regular los genes relevantes de DMAE, posiblemente en los promotores, que son secuencias dentro del ADN que activan los genes, o potenciadores, que aumentan la actividad de los promotores. "Si las variantes sí regulaban la expresión de los genes, quedaba una pregunta clave: ¿cuáles eran los genes que regulaban las variantes?", comenta Swaroop.
Su equipo estudió 453 retinas, el tejido ocular afectado por DMAE, de donantes humanos fallecidos con y sin la enfermedad. El análisis implicó la secuenciación del ácido ribonucleico (ARN) de cada retina, la molécula mensajera que transporta las instrucciones del ADN para producir proteínas. Se identificaron un total de 13.662 secuencias de ARN codificadoras de proteínas y 1.462 codificaciones no proteicas.
Para buscar las variantes genéticas que regulan la expresión génica en la retina, utilizaron análisis de loci de rasgos cuantitativos de expresión (eQTL). Los métodos computacionales permitieron a los investigadores detectar patrones entre los genes expresados en la retina y un conjunto de más de 9 millones de variantes genéticas previamente identificadas. Específicamente, buscaron variantes con una alta probabilidad de ser responsables de las variaciones en la expresión génica entre personas con y sin DMAE. El análisis apuntó a los genes de la enfermedad en seis de los 34 loci de DMAE identificados en la investigación anterior.
Además, la integración de estos datos con estudios anteriores sobre la enfermedad identificó tres genes objetivo adicionales, que nunca antes se había demostrado que desempeñaran un papel en la DMAE. Este análisis también sugirió hasta 20 genes candidatos adicionales que brindan información sobre los genes y las vías involucradas en la patobiología de la DMAE.
"Hasta ahora, la mayoría de los estudios en degeneración macular asociada a la edad se han centrado en el análisis de variantes genéticas en el ADN. Este estudio por primera vez aprovecha los datos transcripcionales (ARN) para ampliar la arquitectura genética de la DMAE", explica otro de los investigadores, Rinki Ratnapriya.
Entre los genes diana más plausibles se encuentran 'B3GLCT' y 'BLOC1S1', que podrían afectar las funciones celulares relacionadas, como la señalización, la degradación y eliminación de proteínas no deseadas, y la estabilidad de la matriz extracelular, la infraestructura de la célula para la distribución.