MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) han realizado el mayor estudio hasta la fecha sobre una amplia gama de biomarcadores sanguíneos comunes que muestran claras diferencias en las personas con riesgo genético de padecer la enfermedad de Alzheimer.
La investigación, publicada este viernes en la revista 'Journal of Alzheimer's Disease' y que ha utilizado datos de casi 400.000 personas en el Biobanco del Reino Unido, ha encontrado asociaciones relativamente grandes de biomarcadores neuroinflamatorios y de colesterol, como los niveles de lipoproteínas de baja densidad, en personas con un riesgo genéticamente alto de padecer la enfermedad de Alzheimer.
El gen de la susceptibilidad a la enfermedad de Alzheimer, la apolipoproteína e4 (APOE e4), es uno de los principales factores de riesgo genético de la enfermedad, ya que una copia del gen se encuentra en alrededor del 25 por ciento de la población, lo que aumenta el riesgo de demencia al menos tres veces. Se encuentran dos copias del gen en alrededor del 2 por ciento de la población, lo que aumenta el riesgo de demencia en unas 15 veces. El APOE e4 es el mayor factor de riesgo genético común para el Alzheimer y el declive cognitivo, detrás del aumento de la edad.
El objetivo del estudio era investigar la posible influencia del APOE e4 en los biomarcadores sanguíneos comunes, teniendo en cuenta también los factores del estilo de vida, tanto en las personas con Alzheimer confirmada como en las que tienen un riesgo genético alto de padecer la enfermedad.
Los investigadores examinaron una amplia gama de biomarcadores sanguíneos (como el colesterol, los marcadores de inflamación, los niveles de vitamina D y de IGF-1, las hormonas específicas del sexo y la función renal) en personas portadoras del genotipo APOE e4 (en comparación con los portadores 'neutrales' de e3) para comprender mejor los mecanismos de la EA y el riesgo de demencia.
La investigación también encontró que un factor de riesgo previamente sugerido de un nivel bajo de IGF-1, basado en estudios que incluían a personas diagnosticadas con EA, podría de hecho ser lo contrario, con un nivel elevado de IGF-1 como factor de riesgo potencial. Estudios anteriores también informaron de una asociación entre el APOE e4 y niveles más altos de vitamina D; sin embargo, este estudio encontró niveles reducidos de vitamina D, lo que sugiere que niveles más altos podrían ser protectores para las personas con riesgo de padecer la EA.
"Nuestra investigación confirmó que el genotipo APOE e4 predijo la demencia posterior. Pero, lo que es más importante, al observar un tamaño de muestra tan grande y una gama tan amplia de biomarcadores, tanto en los pacientes con la enfermedad como en los que actualmente no están dementes pero tienen un alto riesgo genético, pudimos obtener un 'panorama general' del papel de los biomarcadores comunes y de este gen, que se considera causante de la demencia", explica el autor principal de la investigación, Donald Lyall.