MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una sola inyección de un fragmento de la hormona de longevidad klotho en ratones jóvenes y viejos mejoró la memoria espacial y reforzó rápidamente las conexiones entre las neuronas en el hipocampo, durando estos beneficios cognitivos varias semanas, según ha puesto de manifiesto un estudio publicado en 'Cell Reports'.
Además, el tratamiento a corto plazo con el fragmento de klotho contrarrestó los déficits cognitivos y motores en ratones con cerebros enfermos. "Nuestros hallazgos sugieren que el tratamiento con un fragmento klotho mejora la función cerebral durante toda la vida y podría representar una nueva estrategia terapéutica para aumentar la resiliencia cerebral contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson", ha explicado la autora principal y profesora de la Universidad de California (Estados Unidos), Dena Dubal.
Y es que, en organismos modelo y humanos, los niveles de klotho disminuyen con la edad, el estrés crónico, el envejecimiento cognitivo y la enfermedad neurodegenerativa. De hecho, en estudios recientes, Dubal y su equipo descubrieron que la exposición a largo plazo a altos niveles de klotho aumenta la cognición normal en ratones genéticamente modificados y protege contra la disfunción cerebral en un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer.
No obstante, hasta ahora no se sabía si el tratamiento a corto plazo del klotho podría rápidamente aumentar las funciones del cerebro. Por ello, los científicos trataron a ratones con inyecciones del fragmento de proteína a-klotho (aKL-F), que se asemeja a la forma secretada de la hormona.
Así, los ratones jóvenes que recibieron tratamiento diario de aKL-F durante cuatro días mostraron un aprendizaje espacial y un rendimiento de memoria mejoro durante la prueba denominada 'laberinto de agua de Morris', en la cual se evalúa la capacidad de encontrar y recordar la ubicación de una plataforma oculta sumergida en un charco de agua.
Por otra parte, los ratones viejos que recibieron una sola inyección de aKL-F mostraron mejor desempeño espacial y de memoria de trabajo dos días después. Del mismo modo, experimentos adicionales demostraron que el tratamiento con aKL-F durante varios días contrarrestaba los déficits motores y cognitivos en ratones diseñados para producir altos niveles de una proteína patógena llamada a-sinucleína, que contribuye a la enfermedad de Alzheimer y Parkinson.
"Como aKL-F se asemeja a la forma endógena circulante de klotho que todos producimos normalmente, creemos que elevar klotho en humanos podría ser una terapia eficaz para mejorar la resiliencia cerebral. De esta manera, nuestros hallazgos podrían potencialmente abrir camino a la terapia humana para una amplia gama de enfermedades neurodegenerativas, incluyendo Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, y también para el deterioro cognitivo y la disminución de la movilidad debido al envejecimiento", ha apostillado otro de los autores, Julio León.
Además, durante el mismo período de tiempo en el que aKL-F aumentó la cognición, también se incrementó la señalización a través del receptor de glutamato NMDA y, por tanto, reforzó las conexiones entre las neuronas en una región cerebral llamada hipocampo, que desempeña un papel crítico en el aprendizaje y la memoria.