Los geriatras recuerdan que la piel de las personas mayores necesita más cuidado y prevención ante los efectos del sol

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EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 31 julio 2013 16:54

MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha recordado que la piel de las personas mayores necesita más cuidado y prevención ante los efectos del sol, ya que suele ser más frágil, seca y menos elástica, lo cual facilita la aparición de infecciones y de otros tipos de lesiones como, por ejemplo, tumores.

Con el paso de los años en la piel se producen cambios progresivos que van determinando el envejecimiento cutáneo. Estos cambios incluyen atrofia de sus capas, disminución de las células epidérmicas, de los melanocitos, de sus células de defensa, de su vascularización, de la secreción de las glándulas sudoríparas y una pérdida de su elasticidad.

Todo ello, según ha explicado la sociedad, provoca que la piel sea más delgada, pálida, fría, con arrugas, seca, con más facilidad para sufrir picor, flácida, frágil y con una cicatrización lenta y una mayor frecuencia de infecciones.

En este sentido, y aunque la radiación solar tiene muchos efectos beneficios para el organismo --previene enfermedades coronarias o mejora el estado de ánimo--, los expertos han recordado que cuando se toma en exceso se convierte en un hábito "nocivo y tóxico", especialmente en determinados tipos de piel que son más sensibles.

En concreto, las principales lesiones causadas por un exceso de sol son: bronceado, golpes de calor, quemaduras, alergias solares, fotodermatosis, fotoinmunosupresión, queratosis solar y cáncer de piel. De hecho, el 90 por ciento de los cánceres cutáneos, aparecen en las zonas de la piel más expuestas al sol como la cara, el cuello, las orejas, las manos y los antebrazos.

Por este motivo, la SEGG ha recomendado utilizar factores de protección altos; lavarse con agua y jabón suave la piel; beber dos litros de agua al día; llevar una dieta sana y equilibrada con muchas frutas y verduras; no fumar; evitar la contaminación y la polución medioambiental; revisar periódicamente la piel, prestando especial atención a las pecas, manchas y lunares; usar unas buenas gafas de sol; y evitar el estrés, la tensión y el insomnio.