La formación de los mayores, un escudo para envejecer mejor

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Infosalus
Publicado: jueves, 30 octubre 2025 8:34

   MADRID, 30 Oct. (EDIZIONES) -

   Uno de cada tres españoles tiene más de 55 años (34,6%), y aún por delante tres décadas de vida. Pero cómo se vivan esos años depende, en gran parte, de la formación. Según un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de investigaciones económicas (Ivie), los mayores con más educación disfrutan de mejor salud física y emocional, menos soledad y más bienestar, además de una mayor capacidad para adaptarse al mundo digital. Los expertos advierten: la educación podría ser la nueva medicina preventiva de la tercera edad.

   En concreto, ésta es la principal conclusión de la monografía Formación, transición digital y calidad de vida de los mayores en España, que ha sido dirigido por los investigadores Lorenzo Serrano y Ángel Soler, con el apoyo de las economistas Laura Hernández, Jimena Salamanca, e Irene Zaera.

   El informe concluye que las personas mayores con un mayor nivel educativo muestran una mayor participación en el mercado laboral, son más empleables y productivas, y tienen más facilidades para encontrar trabajo. Además, los empleos que desempeñan suelen ser de mejor calidad, más acordes con su formación y, en consecuencia, mejor remunerados.

DISFRUTAR DE UNA MEJOR SALUD

   Pero los beneficios de la educación no se limitan al terreno económico. Los mayores más formados disfrutan de mejor salud, participan con más frecuencia en la vida cultural y política, manejan con mayor soltura la tecnología, y mantienen vínculos sociales más sólidos; lo que se traduce en menos soledad, y en un mayor bienestar general. En resumen, son personas que se sienten más satisfechas y felices.

   A todo ello, se suma una mayor estabilidad económica: quienes tienen más formación cuentan con rentas más altas, menos riesgo de pobreza o de exclusión social, y una mayor seguridad financiera frente a imprevistos.

   Pero, tal y como refleja este informe de la Fundación BBVA y el Ivie, la educación también deja huella en la salud y en el bienestar emocional, y pone sobre la mesa un dato clave: España presenta una posición ventajosa respecto a Europa en los años vividos sin discapacidad a partir de los 65 (10,5 frente a los 9,7 de media comunitaria), pero los resultados son aún mejores entre quienes cuentan con estudios superiores. En este grupo se observa un 9% menos de casos de sobrepeso y de obesidad, así como una mayor práctica de actividad física frente a quienes sólo poseen educación básica.

   En definitiva, tal y como ha comprobado este informe, elevar también el nivel formativo de las personas mayores no sólo mejora su calidad de vida, sino que también reduce la carga sobre el sistema público de salud, al contribuir a un envejecimiento más saludable y activo.

TAMBIÉN INFLUYE SOBRE UNOS PATRONES DE VIDA MÁS SALUDABLES

   Para entender un poco mejor estos resultados en Europa Press Salud Infosalus entrevistamos a Lorenzo Serrano, uno de sus dos directores y que es catedrático de Fundamentos del Análisis Económico (Universitat de València), así como investigador del Ivie.

   "La formación de las personas juega un papel que va más allá del ámbito de inserción económica y del mercado laboral. En el plano sanitario, efectivamente se ve una situación muy distinta de los individuos en cuanto a estado o problemas de salud, así como de patrones o hábitos de vida en función de la formación. La formación ayuda a una mejor inserción laboral, a una mejor carrera profesional, y a prolongar la vida laboral, así como a un menor riesgo de pobreza; pero también tiene un impacto positivo en las esferas menos monetarias, relacionadas con el bienestar y con la salud", incide.

   A su vez, se destaca en este trabajo que la formación en edades avanzadas se asocia con mejores resultados de salud autopercibida, con un mejor bienestar psicológico, con unos hábitos saludables, unos mayores niveles de satisfacción vital, y una percepción de vida más activa.

"Actualmente, se están realizando esfuerzos en este ámbito desde las políticas públicas, pero es un problema en el que seguir trabajando. Y es que se perciben diferencias claras en el estado de salud autopercibido, así como a la hora de tener más o menos problemas de salud, o en la movilidad o capacidad para poder desenvolverse en el día a día y en el cuidado personal, todo ello en función del nivel educativo. El patrón general es que la formación de las personas influye en términos de salud y de bienestar, así como en actitudes más favorables para una calidad de vida mejor", remarca Serrano.

UN MEJOR ESTADO EMOCIONAL

   A su vez, el investigador del Ivie resalta que la formación de la persona influye también en su nivel de actividad, y esto a su vez impacta sobre su salud mental, un problema cada vez más presente en las personas de edades más avanzadas; todo ello fruto de su aislamiento o soledad. "La formación también en términos de participación social y de actividad hace que los mayores se mantengan más activos, conectados, y con más intereses. Seguir manteniéndose con intereses en otras cosas es importante a efectos de reducir el riesgo de problemas de salud mental", subraya Lorenzo Serrano.

   "El 8,8% de las personas de 55 y más años con estudios hasta Primaria declaran sentirse excluidos de la sociedad, porcentaje que duplica el 4% de los mayores con estudios superiores que sienten lo mismo. Los mayores más formados tienden a mantener un contacto más frecuente con amigos y con familiares, y muestran una mayor capacidad para pedir ayuda en caso de necesidad. En cuanto al problema de la soledad, el 32,4% de los mayores con formación básica declara sentirse solo alguna vez o la mayor parte del tiempo, mientras que en el caso de los mayores con formación superior ese porcentaje baja hasta el 21,5%", precisa esta compilación científica.

   Precisamente, en el informe se menciona la brecha digital como una nueva forma de desigualdad, y que favorece esa soledad no deseada en este colectivo. "Los mayores están en desventaja en competencias digitales, pero quienes tienes más formación educativa se muestran capaces de manejarse mejor en este campo, importante porque la presencia de esta atención sanitaria, la telemedicina, va a ir al alza; pero también en otras esferas como la banca, o las actividades administrativas. Se están haciendo esfuerzos en este ámbito, pero para los mayores, esto sigue siendo una enorme dificultad", remarca.

   En resumen, y a juicio de este catedrático de la Universidad de Valencia, sí podría considerarse la educación como una nueva forma de prevención sanitaria en la tercera edad por todo lo anteriormente citado, y porque ayuda a que uno maneje más la información y los problemas, emplee mejor los servicios sanitarios, tenga hábitos de vida mejores, etc.

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