La formación académica condiciona la esperanza de vida en España

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EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 25 enero 2018 18:09


MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un estudio de las universidad del País Vasco (UPV/EHU) y la Autónoma de Barcelona (UAB) han comprobado que existen desigualdades sociales en la esperanza de vida en España de modo que las personas de mayor nivel de estudios viven más años y con mejor salud que quienes tienen menos formación académica.

Así se desprende de los resultados de una investigación que publica la revista 'Gaceta Sanitaria' tras analizar los datos de la población española mayor de 65 años en 2012, lo que les permitió comprobar que la esperanza de vida a partir de esa edad aumenta a medida que lo hace su nivel de estudios.

En concreto, las mujeres de 65 años con estudios primarios tienen una esperanza de vida a esa edad de 22,4 años, mientras que en los hombres es de 18,2 años. En cambio, si tienen estudios universitarios se eleve hasta los 20,4 años en el caso de los hombres, y 24,7 en mujeres.

El estudio también ha analizado la calidad de la esperanza de vida de las personas mayores en España y nuevamente ha constatado la existencia de desigualdades sociales. De media, los hombres con estudios superiores viven 4,5 años más con buena salud (12,53 años) que los que cuentan con estudios primarios o inferiores (7,97 años).

Una diferencia que es todavía más amplia en el caso de las mujeres, ya que las que tienen estudios universitarios viven el doble de años con buena salud (13,54 años) que las que tienen estudios primarios o inferiores (6,73 años).

Por el contrario, la situación se invierte tras analizar los años de vida con mala salud tras la edad actual de jubilación. Si los hombres mayores de 65 años con estudios universitarios viven de media 7,87 años con mala salud, la cifra aumenta a 10,20 años en aquellos con estudios primarios o inferiores.

LAS MUJERES VIVEN MÁS, PERO TAMBIÉN CON PEOR SALUD

La situación es más preocupante en el caso de las mujeres ya que, aunque cuentan con una mayor esperanza de vida, esperan vivir más años con mala salud. También en su caso influye el nivel de estudios, ya que las mujeres con estudios superiores viven 11,19 años con mala salud, 4,5 años menos que las mujeres con estudios primarios o inferiores (15,69 años).

De esta manera, si el aumento de la esperanza de vida ha supuesto una justificación para el retraso en la edad de jubilación, los investigadores se plantean si estas desigualdades en la mortalidad deberían influir a la hora de implementar una edad de jubilación diferente según el sexo o el nivel de estudios.

"El retraso de la jubilación puede estar ya generando desigualdades y favoreciendo a las personas de mayor nivel socioeconómico, que disfrutarán de un mayor número de años de vida totales y con buena salud tras su jubilación, suponiendo, por tanto, una presión proporcionalmente mayor al sistema de pensiones que los grupos más desfavorecidos", concluyen.