VALÈNCIA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Vithas han recomendado respetar a quienes eligen la soledad voluntaria durante las fiestas navideñas. Así lo han indicado la psicóloga del Hospital Vithas Aguas Vivas y del Centro Médico Vithas Alzira Silvia Ortiz, que ha señalado que cada persona vive "sus propias batallas" y que no se debe "insistir para que realicen esfuerzos innecesarios", y el psiquiatra del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre Víctor Navalón, que ha aseverado que "obligarse a aparentar estar bien de cara a los demás puede generar ideas de culpa y empeorar el estado anímico".
Los expertos han apuntado que la soledad debe aprender a verse como un proceso "voluntario y justificado al que hay que otorgar un gran respeto" puesto que en muchos casos "se trata de una elección necesaria para su protagonista", según ha informado Vithas en un comunicado.
Silvia Ortiz ha expuesto que la impresión con la que se asume esa soledad "es parte de la valoración subjetiva personal del tipo de relaciones que poseemos, bien por su calidad o por su cantidad, influida principalmente por nuestra cultura y nuestras propias expectativas particulares respecto a lo esperado socialmente frente a los próximos eventos navideños".
"Deberíamos ejercer poca o ninguna presión hacia los individuos que manifiesten esa retirada intencional en estos días festivos, respetando su decisión", ha expuesto la psicóloga. Asimismo, ha precisado que ha de ser así "siempre que no se trate de una forma habitualmente arraigada de aislamiento por la ausencia de relaciones significativas para esa persona", como es el caso de personas mayores o que viven solas. En esos casos, ha añadido, que se prestará "total atención".
Ortiz ha comentado que la sensación de soledad es "parte de la vivencia que puede sufrir una persona dentro del propio proceso de salud en el que se encuentra" y ha indicado que dentro de esta soledad que percibimos u observamos en nuestro entorno "puede esconderse, entre otras causas y situaciones, factores personales de falta de habilidad social, conflictos familiares mal gestionados durante el resto del año, o la necesidad de aislamiento frente al bullicio dada las características personales de cada individuo".
Además, puede haber "un trauma ocurrido en estas fechas hace tiempo o demasiadas 'sillas vacías', según la edad de quien lo experimenta; la pérdida reciente de un ser querido, un compromiso de superación ante una adicción (drogas, alcohol o compra compulsivas), o programas de pérdida de peso y autocuidado".
Por su parte, Víctor Navalón ha manifestado que "en Navidad es frecuente que duelos complicados por pérdida de familiares (fallecimientos, principalmente) no tratados, favorezcan la tristeza, apatía, irritabilidad e incomprensión en un momento en el cual los medios de comunicación, la publicidad y la sociedad nos muestran imágenes que nos dicen que hay que estar felices, reunidos en familia" y "todos sonrientes".
"Muchas veces la persona en duelo no se puede permitir conectar con la tristeza y se obliga a estar bien de cara a los demás y aparentar emociones de felicidad postiza", algo que "puede generar ideas de culpa y empeorar el estado anímico, pudiendo desarrollar un estado depresivo si no se habla o se trata con esa incongruencia emocional entre lo que realmente se siente y lo que la sociedad dice que se debería sentir", ha declarado el psiquiatra.
El experto ha afirmado que "esa ambivalencia y desorientación afectiva puede favorecer la depresión" o llevar a "tener episodios de ansiedad".
TRASTORNO ALIMENTICIO
Navalón ha añadido que la Navidad "se asocia con momentos en familia donde, generalmente, hay comidas más abundantes" y ha apuntado que esto "puede ser problemático para las personas que sufren un trastorno de alimenticio tipo anorexia o bulimia y para sus familiares más cercanos, que no saben cómo ayudar o cómo orientar esta situación".
"Suelen presentarse alimentos que ellos perciben como poco saludables en un entorno que no controlan (casa de abuelos o restaurantes) y muchas veces pueden aislarse de la familia para proteger a su conviviente, generando discusiones en el domicilio familiar y frustración e incomprensión de la persona que tiene trastorno de la alimentación", ha agregado el doctor.
A este respecto, ha comentado que "si no se orienta bien, pasadas las Navidades pueden ocurrir conductas más restrictivas con dietas más estrictas o ejercicio físico desmesurado que ponen en peligro la salud física (mayor desnutrición o problemas hormonales, entre otros) y emocionales (depresión, ansiedad o irritabilidad).
"CONSECUENTES Y RESPETUOSOS"
Silvia Ortiz ha resaltado la conveniencia de ser "consecuentes y respetuosos estos días" porque "no sabemos qué batallas están librando las personas de nuestro entorno". "Aceptemos esas retiradas voluntarias, ese tipo de soledad elegida, como parte de sus procesos evolutivos. Y, por supuesto, vivamos la Navidad a nuestro ritmo, preservando nuestro objetivo o lo que nos hace sentir bien a nosotros del resto de nuestro ambiente sin condicionar ni sentirnos condicionados", ha apostillado.
La psicóloga ha añadido que durante estas fiestas, debemos "disfrutar sin que las expectativas colectivas o lo que significa celebrar por todo lo alto, haciendo gastos excesivos en comidas copiosas o decoraciones excesivas, vaya en contra de nuestros valores personales o de nuestra propia economía". "Seamos fieles a nuestros procesos y a nosotros mismos también estos días, sin exigirnos estar más felices que el resto del año", ha subrayado.
