MADRID 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Grupo de Bioingeniería y Telemedicina (GBT) de la de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) van a participar en el proyecto europeo 'PERSSILAA' que desarrollará y validará un nuevo modelo de servicios para la detección y prevención de la fragilidad de las personas mayores, desde el punto de vista tanto funcional como cognitivo y nutricional.
Asimismo, además de desarrollar módulos de servicio remotos y ofrecer una infraestructura de soporte técnico a los usuarios, la iniciativa apuesta por innovar en la forma de prestar estos servicios, pasando de un modelo fragmentado como el actual a uno preventivo, a través de una comunidad local de cuidadores apoyados por profesionales de la salud integrados en el sistema sanitario.
El proyecto ha sido financiado por el 'Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico' de la Unión Europea y ha comenzado en noviembre del año 2013, partiendo de resultados de proyectos europeos anteriores, así como de la iniciativa 'EIP-AHA', impulsada por la Unión Europea.
En concreto, a juicio de los investigadores el trabajo se enfrenta a diferentes retos científicos: el desarrollo de módulos de servicios remotos de 'screening', monitorización y entrenamiento de personas mayores en sus entornos cotidianos, proporcionándoles soporte en su funcionamiento cognitivo, físico y nutricional; y la innovación en la modalidad de prestación de servicio, desde un modelo actual fragmentado y reactivo hacia otro de servicios preventivos personalizados que se ofrezcan a través de comunidades locales, apoyados por un equipo proactivo de profesionales de la salud y que integren los servicios clínicos existentes.
Al mismo tiempo, los investigadores han informado de que la iniciativa pretende también implementar una infraestructura técnica que dé soporte a esta comunidad de usuarios de manera eficiente, confiable y fácil de usar, basada en tecnologías de interoperabilidad, gamificación y sistemas de soporte a la decisión.
Finalmente, y además del desarrollo del modelo, el proyecto prevé llevar a cabo una validación a gran escala de sus servicios. Esta validación se realizará de manera iterativa a lo largo de todo el proyecto y se llevará a cabo en dos regiones europeas: Enschede (Holanda) y Campania (Italia).
En el primer año se comenzará con un grupo reducido de personas (mayores de 65 años) que se irá incrementando hasta llegar a los 350 participantes. Todos ellos permanecerán en el estudio hasta el final del proyecto y se les ofrecerán servicios más avanzados e integrados a medida que el proyecto vaya avanzando