MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La combinación de exceso de peso y un estilo de vida sedentario representa un gran factor de riesgo para desarrollar pérdida de movilidad después de los 60 años, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad George Washington (Estados Unidos).
"Descubrimos que incluso en mayores sanos, la prevención de la obesidad y un estilo de vida activo eran muy importantes para mantener la salud y la función física a medida que pasaba el tiempo. Dado el envejecimiento de la población, los hallazgos podrían llevar a una estrategia de salud pública que mantenga a los adultos mayores sanos", explica una de las autoras del estudio, Loretta DiPietro.
DiPietro y su equipo analizaron datos de 135.220 hombres y mujeres de entre 50 y 71 años que participaban en el estudio de dieta y salud 'NIH-AARP', realizado en Estados Unidos. Los investigadores anotaron el peso corporal de cada voluntario, los niveles de actividad física y los factores de estilo de vida. Después, realizaron un seguimiento para ver cuántos habían desarrollado pérdida de movilidad al final del estudio.
Ninguno de los participantes tuvo dificultades para caminar al inicio del estudio en 1995. Sin embargo, aproximadamente 10 años después, los investigadores encontraron que el 21 por ciento de los hombres y el 37 por ciento de las mujeres tenía problemas para caminar a un ritmo fácil o no podía caminar en absoluto.
Los investigadores observaron mayores problemas para caminar en mujeres mayores en comparación con los hombres de la misma edad. Por ejemplo, las mujeres con obesidad que informaron tener menos de tres horas de actividad física a la semana enfrentaron un riesgo cinco veces mayor de pérdida de movilidad al final del estudio, en comparación con sus homólogos masculinos obesos e inactivos que tenían cuatro veces más riesgo.