MURCIA 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los resultados del estudio 'Effects of a moderate-to-high intensity resistance circuit training on fat mass, functional capacity, muscular strength, and quality of life in elderly: A randomized controlled trial', llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Deporte de la UCAM, señalan cómo tras doce semanas de entrenamiento con personas de edad comprendida entre 65 y 75 años, se han detectado mejoras en su capacidad funcional, composición corporal y fuerza, lo que repercutirá en la mejora de su vida diaria y tener un envejecimiento más saludable.
El doctor Pablo Jorge Marcos-Pardo, investigador principal del Grupo de Investigación en Salud, Actividad Física, Fitness y Comportamiento Motor 'GISAFFCOM', ha destacado que el entrenamiento de fuerza en circuito con cargas moderadas a altas es un programa necesario en mayores de 65 años, ya que genera mejoras en parámetros de salud y rendimiento físico, prolongando el envejecimiento con independencia funcional y salud.
Con ello se ayuda a los mayores a vivir con autonomía y determina incluso dónde van a vivir, dependiendo de si necesitan o no cuidados y de qué tipo, explican desde la institución docente en comunicado de prensa.
Eso sí, los mayores deben hacer ejercicio físico bajo la supervisión y dirección de un Educador Físico-Deportivo, que es el graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, quien les diseñará el mejor programa, adaptado a sus antecedentes médicos y físico-deportivos y a su nivel, ha señalado Marcos-Pardo.
Los datos recopilados ayudarán además a otras investigaciones en el campo del envejecimiento saludable, como el proyecto europeo 'Promoting the shift sedentary LIFestye towards active AGEing-LIFEAGE', liderado también por la UCAM, en el que el mismo grupo de investigación, junto con partners de Italia, Finlandia, Letonia e Irlanda, pretenden prevenir un estilo de vida sedentario en adultos y mayores y la aparición de enfermedades como la sarcopenia, osteoporosis, diabetes, hipertensión, colesterol o algunos tipos de cáncer mediante la promoción de hábitos saludables, incluyendo programas de ejercicio dirigidos por educadores físico-deportivos y la educación para un envejecimiento activo.