MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio utilizando datos de unas 500.000 personas del Biobanco del Reino Unido ha descubierto asociaciones pequeñas pero estadísticamente significativas entre los signos de inflamación sistémica y el riesgo posterior de demencia, según publican los investigadores en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE'.
Millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia, y los investigadores trabajan para desentrañar los complejos mecanismos que subyacen a estas afecciones. Investigaciones anteriores han sugerido que la inflamación -activación del sistema inmunitario innato del organismo- puede contribuir a la aparición de la demencia.
Para ayudar a aclarar este posible papel, la doctora Krisztina Mekli, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), y sus colegas analizaron los datos de casi 500.000 participantes en un amplio y polifacético estudio de salud denominado Biobanco del Reino Unido.
Evaluaron la relación entre determinadas medidas biológicas (biomarcadores) de la inflamación y el rendimiento de los participantes en diversas pruebas cognitivas, evaluadas tanto al mismo tiempo que los biomarcadores como años más tarde, así como si posteriormente se les diagnosticaba demencia.
El análisis tuvo en cuenta diversos factores demográficos, otros factores de salud y si los participantes tenían una variante del gen APOE que se sabe que está asociada a un mayor riesgo de demencia.
Los investigadores descubrieron que los niveles más elevados de biomarcadores inflamatorios se asociaban a un mayor riesgo de diagnóstico de demencia entre tres y once años después.
Los biomarcadores inflamatorios elevados también se asociaron a un peor rendimiento en determinadas medidas cognitivas, incluidas tareas relacionadas con la memoria prospectiva, la inteligencia fluida y el tiempo de reacción, tanto al inicio del estudio como entre cuatro y trece años después.
Estas asociaciones eran pequeñas, pero estadísticamente significativas, lo que sugiere que la inflamación sistémica puede contribuir a la demencia. Aunque otros biomarcadores conocidos, como el estado APOE, parecen tener una mayor asociación con la demencia, es posible que la medición de los biomarcadores inflamatorios pueda ser una herramienta útil adicional para identificar a las personas que pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Los autores señalan que este estudio es exploratorio y que serán necesarias más investigaciones para comprender mejor la relación entre inflamación y demencia y sus posibles aplicaciones clínicas.
"En este estudio, encontramos asociaciones entre niveles más altos de inflamación sistémica y el riesgo de ser diagnosticado de demencia entre 3 y 11 años después, aunque el aumento del riesgo es pequeño", señala la doctora Mekli.
"Por supuesto, esta asociación no significa causalidad, por lo que es necesario seguir investigando para comprender y evaluar el posible mecanismo --precisa--. Además, los niveles elevados de inflamación podrían ser uno de los biomarcadores que ayuden a identificar a las personas que tienen un riesgo elevado de desarrollar demencia en un futuro próximo".