MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Dos millones de españoles entre los 40 y los 50 años sufren disfunción eréctil, una patología cuya prevalencia aumenta con la edad y que afecta a un 40 por ciento de los hombres mayores de 60 años, tal y como han señalado los expertos reunidos en el LXXX Congreso Nacional de Urología que se celebra hasta el próximo sábado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Salamanca.
Aproximadamente un 8 por ciento de los varones de 40 años presentan disfunción eréctil, una cifra que se quintuplica entre los hombres que superan los 60 años. Se estima que, por el progresivo envejecimiento de la población y la falta de hábitos saludables, esta cifra seguirá creciendo hasta los 322 millones de casos en todo el mundo que se prevén para el año 2025.
Los hábitos de vida poco saludables como el tabaco, el alcohol, el sedentarismo o la presencia de obesidad son factores determinantes para la aparición de la disfunción eréctil. Diversos estudios muestran que esta patología afecta a uno de cada cuatro fumadores y a más del 20 por ciento de los hombres con sobrepeso.
Otros factores importantes son la diabetes o "algunos fármacos y el estrés psicológico, muy frecuente en los últimos años por problemas laborales", ha explicado el Coordinador del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU), el doctor Natalio Cruz.
La disfunción eréctil también puede alertar sobre otros problemas de salud, por lo que es muy importante visitar al médico ante los primeros síntomas, a pesar de que en España menos de un 35 por ciento de los afectados consultan al médico. "Cuando un hombre presenta un problema de erección, si no se actúa rápidamente, entre un 30 o 40 por ciento de los casos presentará en los dos o tres años siguientes un evento cardiovascular, en forma de angina de pecho o de infarto de miocardio", ha afirmado el vocal de Actas de la EU, el doctor Venancio Chantada.
De esta forma, la disfunción eréctil se considera un factor de riesgo cardiovascular junto a la obesidad, la diabetes o la hipertensión. Chantada ha explicado que "es un síntoma de alarma ya que si el pene presenta una obstrucción arterial o dificultades en el riego, es fácil suponer la existencia de obstrucciones en otras arterias, especialmente las coronarias".
LA CLAVE: UN DIAGNÓSTICO PRECOZ
Actualmente existen tres grandes tipos de tratamientos en función de las necesidades de cada paciente, entre los que se encuentran los tratamientos orales (efectivos en el 80 por ciento de los casos), las terapias semi-invasivas que actúan sobre los cuerpos intracavernosos del pene, como las ondas de choque o los geles, y la cirugía para la implantación de prótesis hidráulicas en el pene.
El doctor Chantada ha asegurado que "es importante que los varones vigilen su estado físico, y que al menor síntoma de alteraciones de la erección consulte al especialista, porque en las primeras fases de la disfunción eréctil las opciones de tratamiento son mejores. En fases más avanzadas, el éxito dependerá de trapias más potentes y el varón tendrá limitaciones para tener una vida sexual sana".
Uno de los últimos avances en los tratamientos de la disfunción eréctil es la terapia con ondas de choque, que aumentan la capacidad de los vasos sanguíneos y que "a baja intensidad son capaces de producir nuevos vasos sanguíneos que facilitan la llegada de riego al tejido responsable de la erección", ha afirmado Chantada.
Durante el LXXX Congreso Nacional de Urología también se han presentado varias alternativas terapéuticas para esta patología, como la adminsitración tópica de un gel que provoca la erección al permitir el acceso del fármaco vasodilatador al cuerpo cavernoso, un tratamiento que "mejora la función eréctil del paciente y su administración es más comoda que la inyectada o por cánulas", ha explicado el doctor Chantada.