MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), en Estados Unidos, han desarrollado un prometedor parche para la retina que contiene derivados de células madre y está pensado para tratar la pérdida repentina de visión que causa la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) húmeda.
En un artículo publicado en la revista 'Nature Biotechnology', los investigadores han descrito la implantación segura y efectiva de este parche, que contiene células del epitelio pigmentario de la retina obtenidas a partir de células madre, en dos pacientes.
"Este estudio representa un avance real en medicina regenerativa y abre la puerta a nuevas opciones de tratamiento para las personas con degeneración macular relacionada con la edad", ha explicado Peter Coffey, profesor del Instituto de Investigación de Neurociencia de la UCSB que ha participado en su desarrollo.
La DMAE representa casi el 50 por ciento de todas las deficiencias visuales en el mundo desarrollado y generalmente afecta a personas mayores de 50 años. Afecta principalmente a la visión central, la utilizada en la lectura, mientras que deja la visión circundante normal.
La variante húmeda se produce por anomalías en los vasos sanguíneos del ojo, que filtran líquido o sangre de la región de la mácula al centro de la retina, aunque la enfermedad casi siempre comienza como una DMAE seca.
En su investigación, Coffey y su equipo investigaron si las células enfermas de la parte posterior del ojo afectado puede reabastecerse gracias a este parche de células madre.
En el ensayo clínico se utilizó una herramienta quirúrgica específicamente diseñada para insertar el parche bajo la retina, en una operación que duró de una a dos horas.
Los dos participantes fueron monitorizados durante 12 meses para evaluar las mejoras visuales experimentadas. De este modo, vieron cómo pasaron de no poder leer en absoluto, incluso con gafas, a leer de 60 a 80 palabras por minuto con gafas de lectura normales.
"Esperamos que esto conduzca a una terapia asequible y lista para usar que pueda ponerse a disposición de los pacientes en los próximos cinco años", dijo Coffey, quien hace más de una década puso en marcha el Proyecto Londres para curar la ceguera.