La cronicidad y la polimedicación de los pacientes mayores dificulta la adherencia al tratamiento

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Publicado: jueves, 17 enero 2019 14:22

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

La cronicidad y la polimedicación de los pacientes mayores dificulta el cumplimiento y la adherencia al tratamiento, además de complicar el manejo farmacológico del paciente por parte del geriatra, ha puesto de manifiesto el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), el doctor José Antonio López Trigo, en la I Jornada de Geriatría y Farmacia Hospitalaria, celebrada este jueves.

"Ante esta situación, las sinergias entre farmacéuticos hospitalarios y geriatras son absolutamente necesarias porque estamos hablando de un porcentaje altísimo de pacientes que están en situación de polifarmacia. Conocer el trabajo del farmacéutico hospitalario y lo que los geriatras podemos aportar en servicio a la calidad asistencial de nuestros pacientes es básico", ha añadido el experto.

Según datos recogidos de la última Encuesta Nacional de Salud, debido al aumento de la esperanza de vida, se han incrementado las enfermedades crónicas, los factores de riesgo cardiovascular metabólicos, como diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia y obesidad y las enfermedades del aparato locomotor, como artrosis y dolor lumbar, además la población con limitaciones y discapacidad funcional.

Como consecuencia, las personas mayores se encuentran frecuentemente polimedicadas, entendiendo como polimedicación el consumo de cuatro o más principios activos durante los últimos seis meses, para controlar sus problemas de salud y mejorar su calidad de vida.

Actualmente, el 88,9 por ciento de los mayores de 65 años consume algún medicamento, cifra que alcanza el 93,4 por ciento en el caso de los mayores de 75 años. También el 94 por ciento de las personas que padecen enfermedades crónicas están polimedicadas.

En este contexto, la secretaria de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, la doctora Montserrat Pérez Encinas, ha destacado "la importancia del trabajo en equipo con los geriatras a partir de la visión que aporta la superespecialización del farmacéutico hospitalario".

"De manera conjunta se está trabajando en un paciente complejo y frágil que es, además, un candidato para la aplicación de terapias individualizadas y farmacoterapéutica personalizada", ha agregado Pérez.

Según la farmacéutica especialista en farmacia hospitalaria, la doctora Eva Delgado, el paciente crónico frágil necesita un abordaje multidisciplinar en el que diferentes profesionales colaboren para la optimización de los problemas de salud y sociales que pueden presentar estos pacientes.

EXPERIENCIAS EN COMÚN

"El farmacéutico especialista en farmacia hospitalaria ha demostrado un papel muy activo en la detección y disminución de problemas relacionados con la medicación, colaborando con el médico responsable del paciente en la revisión del tratamiento crónico al ingreso hospitalario y en las transiciones asistenciales, en el ámbito de atención primaria y en los centros de asistencia social", ha destacado la doctora Delgado.

La colaboración con los médicos geriatras "se ve en el día a día del trabajo asistencial, somos unos profesionales cada vez más demandados por los diferentes especialistas. Especialmente en pacientes vulnerables con mucha polifarmacia", ha apuntado, por su parte, la también farmacéutica especialista en farmacia hospitalaria, la doctora Virginia Saavedra.

"Actividades como la conciliación, la revisión del tratamiento, la desprescripción, la revisión de interacciones está aportando seguridad y calidad que repercute directamente en la calidad de vida de los pacientes", ha agregado.

La jornada se ha organizado en tres mesas redondas. En la primera, médicos geriatras y farmacéuticos han expuesto sus experiencias de trabajo en común y han destacado aquellos proyectos que promueven un uso seguro, eficaz y adecuado de los medicamentos en pacientes mayores.

En la segunda se han abordado algunos de los síndromes geriátricos que presentan estos pacientes y su relación con la farmacoterapia. Concretamente fragilidad, desnutrición, polifarmacia, deterioro cognitivo y caídas.

Cada ponente ha presentado la influencia de los medicamentos en la aparición o agravamiento de los síndromes geriátricos antes mencionados y qué estrategias se pueden llevar a cabo para minimizar el efecto negativo de los medicamentos, como la desprescripción.

Por su parte, en la tercera, se han planteado situaciones clínicas de la práctica diaria en las que el abordaje farmacológico puede ser controvertido, como son la utilización de psicofármacos en alteraciones conductuales de la demencia, la anticoagulación de la fibrilación auricular crónica en edad muy avanzada y la retirada de fármacos en enfermedad de Alzheimer avanzada.