MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, a través de su grupo de expertos médicos de residencias, ha avisado de que las derivaciones al hospital de agudos de ancianos con COVID-19, desde una residencia de mayores, se han de reducir al máximo y, en todo caso, no ha de basarse la limitación en la edad sino en criterios de situación funcional y pronóstico y ser individualizadas.
Así lo ha puesto de manifiesto tras los 41 fallecimientos registrados en residencias de Madrid y Castilla-La Mancha conocidos este miércoles a través de una serie de pautas dirigidas al Ministerio de Sanidad.
Concretamente, considera que se ha de establecer un plan de actuación único, tanto para las residencias de mayores públicas como privadas y que los pacientes deben ser tratados en unidades aisladas y dedicadas específicamente a pacientes con COVID-19, para separar rápidamente a estas personas del resto de personas de la residencia y evitar la propagación de la enfermedad. "Si no se puede aislar por unidades, será preciso aislar todo el Centro", añade.
Asimismo considera que es necesario establecer un plan de recursos por territorios a consensuar entre la autoridad sanitaria y social. Además, señalan que las unidades de COVID-19 se podrán ubicar en: hospitales de media estancia, hospitales de apoyo o unidades de atención intermedia;
algunas residencias de ancianos con las características señaladas (la gran mayoría de las existentes en el país no son candidatas); unidades habilitadas específicamente para la presente epidemia )alas desocupadas de hospitales de agudos, residencias acabadas pendientes de apertura, hoteles equipados específicamente, grandes espacios equipados para tal fin como pabellones deportivos...).
Junto con ello, plantea que en todos los casos se deberá realizar una inversión urgente para aportar las correspondientes EPIs, fármacos y material sanitario y personal para una correcta atención de los pacientes.
Finalmente, señala que el criterio de la derivación de enfermos desde y a la residencia de mayores debe ser autorizada y monitorizada por un equipo con experiencia clínica y conocimiento de la situación del hospital y de las residencias de cada territorio.