Investigadoras de la UPNA trabajan en un proyecto sobre la soledad en las personas mayores de Navarra
PAMPLONA, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El equipo de investigadoras de la Universidad Pública de Navarra que trabaja en el proyecto 'Percepción de la soledad en las personas mayores' ha constatado que "el confinamiento agrava el sentimiento de soledad en aquellos casos en los que las personas, también antes de la crisis del Covid-19, eran más vulnerables". "Pero en estas semanas sí hemos identificado un incremento de miedo y temor al qué pasará que no se percibía antes de la crisis", señala Lucía Martínez Virto, investigadora principal y profesora de Trabajo Social y Servicios Sociales en la UPNA.
El proyecto se desarrolla en colaboración con Cruz Roja y el apoyo del programa Innova Social, financiado por la Obra social La Caixa de Caixa Bank y la Fundación Caja Navarra. Además, cuenta con el respaldo del Gobierno de Navarra y la colaboración, entre otros, de servicios sociales, centros de salud o colegios profesionales como el de farmacéuticos de Navarra, ha informado la UPNA en una nota.
Debido a la crisis del Covid-19, las investigadoras han tenido que reorientar el trabajo de campo y sustituir las entrevistas presenciales por entrevistas telefónicas. "Rápidamente nos dimos cuenta de algo que ya intuíamos: estas llamadas no eran simplemente entrevistas telefónicas; son conversaciones largas y amigables que permiten acompañar a las personas mayores y detectar situaciones de riesgo en este período", indican.
En esta fase del proyecto, junto con Lucía Martínez Virto, trabajan los investigadores Víctor Sánchez Salmerón, Alejandra Hermoso, Amaia Azcona, Victoria Bogino Larrambebere y Begoña Elizalde San Miguel; y las alumnas Mayte Huertas, Juliana Suárez y Raquel Bernabé.
En concreto, hasta la fecha se han realizado 85 entrevistas y la duración media de cada llamada es de 90 minutos. El cuestionario está pensado para 30 minutos y en la mayoría de los casos se duplica o triplica ese tiempo por el deseo de acompañamiento. "En un 20% de los casos hemos detectado situaciones de gran fragilidad y vulnerabilidad; ya sea fragilidad emocional (personas que requieren mucho acompañamiento y seguimiento emocional), ya sea fragilidad relacional (personas que no cuentan con entornos de apoyo, para realizar compras, recados, etc.)", comentan.
ALGUNOS RESULTADOS
Además de constatar cómo el confinamiento agrava el sentimiento de soledad, también se ha visto que las personas que venían desarrollando estrategias para afrontar la soledad (por ejemplo, participando en actividades de crecimiento personal, formativas, deportivas, de ocio) y que contaban con más redes sociales, son quienes menos diferencias experimentan durante la crisis del Covid-19.
En ese sentido, Víctor Sánchez Salmerón apunta que no en todos los casos se dispone de los mismos recursos de apoyo o habilidades para elaborar estrategias con las que sobrellevar la situación y mitigar los sentimientos de soledad: "Esas estrategias son más accesibles para quienes todavía no tienen una edad muy avanzada y durante su trayectoria vital han tejido redes sociales más extensas, han accedido a empleos cualificados o han alcanzado cierto nivel económico y educativo".
Por el contrario, las personas con mayor soledad señalan que el confinamiento no ha cambiado mucho su día a día, pues "ni ha cambiado su rutina de vida, ni ha reducido su contacto con otras personas, lo que nos puede ayudar al resto a hacernos una idea de cómo es la vivencia de muchas personas mayores antes también se sentía sola y aislada".
Cuando las investigadoras detectan casos más vulnerables, comparten la información con Cruz Roja y se hace seguimiento de los casos de mayor fragilidad y se vuelve a contactar telefónicamente con esas personas.
Tal y como explica Lucía Martínez Virto, "al margen del objetivo investigador, el trabajo que estamos realizando presenta gran potencial en el seguimiento, acompañamiento y detección de situaciones de fragilidad". Hay personas que, en el transcurso de estas llamadas, consultan qué recursos existen para paliar la soledad, "lo que denota que en este período también hay personas que se plantean alternativas más activadoras para cuando termine este tiempo de confinamiento".
Hay personas que de manera voluntaria se están inscribiendo para participar en el programa, "pero nos gustaría animar a muchas otras a que lo hagan, pues se generan espacios de encuentro muy necesarios para el acompañamiento y seguimiento de estas personas", indican los responsables de este trabajo.
En este estudio pionero en Navarra se necesita entrevistar a personas mayores de 65 años que vivan solas, en cualquier zona de Navarra, ya que es importante que la muestra sea diversa en cuanto a sexo, tramos de edad y zona geográfica, ha indicado la UPNA. Las personas interesadas en participar pueden contactar a través del teléfono 948 20 65 70 o del correo electrónico estudiosoledadnavarra@cruzroja.es.