MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las relaciones basadas en la confianza, la pertenencia y las experiencias compartidas son claves para el bienestar subjetivo de las personas mayores, según un estudio liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en el que participan más de 100 personas mayores de 80 años.
El trabajo, publicado en el 'Journal of Happiness Studies', ha delimitado, mediante métodos cualitativos, el concepto de bienestar subjetivo y sus determinantes en las personas de edad avanzada. La dimensión social fue el área del bienestar más repetida en todos los grupos focales como clave para el bienestar subjetivo.
Como parte del trabajo, los investigadores llevaron a cabo 24 grupos focales compuestos por participantes mayores de 80 años reclutados en tres tipos de instituciones (centros de mayores, centros de día y residencias). Durante las diferentes sesiones, los participantes discutieron sobre sus experiencias acerca del bienestar subjetivo y las dimensiones que contribuían a su mantenimiento o mejora.
En total participaron 117 individuos con una edad media de 85,6 años, de los cuales un 73,5 por ciento fueron mujeres. Las perspectivas de los participantes acerca del bienestar subjetivo se clasificaron en cuatro dimensiones: funcional, social, personal y ambiental.
"Las interacciones con la familia más cercana fueron consideradas esenciales para el bienestar subjetivo, puesto que generan y promueven sentimientos de aprecio, conexión y apoyo", afirma Elvira Lara, primera firmante del trabajo.
Ser una persona socialmente comprometida y participar en la comunidad también tiene efectos positivos sobre el bienestar subjetivo; "además de promover el sentido de pertenencia al grupo y la comunicación, el compromiso social proporciona sentimientos de competencia y solidaridad y fomenta la autoestima" añade.
"Estos hallazgos refuerzan el dinamismo y la multidimensionalidad del constructo y confirman el papel destacado de la dimensión social en el bienestar subjetivo", señala la investigadora.
Por último, el estudio destaca que el desarrollo y la implementación de acciones que incluyan la participación en la comunidad y el mantenimiento de las relaciones sociales, especialmente en aquellos individuos con una red social limitada o que reporten sentimientos de soledad, pueden fomentar el bienestar subjetivo entre la población de edad más avanzada.