MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) han descubierto que el citomegalovirus (CMV) en realidad no debilita el sistema inmunológico, sino que, de hecho, lo refuerza.
El sistema inmune está en su apogeo en edades jóvenes, pero después de cierta edad, disminuye y se vuelve más difícil luchar contra nuevas infecciones. "Es por eso que las personas mayores son más susceptibles a las infecciones que las personas más jóvenes", explica Janko Nikolich-Zugich, codirector del Centro de Envejecimiento de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) y presidente del Departamento de Inmunobiología del Colegio de Medicina-Tucson.
En busca de una forma de rejuvenecer el sistema inmunitario de los adultos mayores, el doctor Nikolich-Zugich y su compañera Megan Smithey pusieron en marcha un estudio en el que infectaron ratones con el CMV. El virus, tal y como explican, afecta a más de la mitad de todas las personas y se concentra, principalmente, en edades tempranas. Debido a que no hay cura, el virus se transmite de por vida y es particularmente prevalente en adultos mayores.
"El CMV generalmente no causa síntomas externos, pero todavía tenemos que vivir con él todos los días ya que no hay cura. Nuestro sistema inmunológico siempre estará ocupado en segundo plano lidiando con este virus", señala la doctora Smithey, quien junto a Nikolich-Zugich se preguntarón cómo este virus afecta el sistema inmune.
Los investigadores asumieron que provocaría a los ratones ser más vulnerables a otras infecciones, porque consumía recursos y mantendría al sistema inmunológico ocupado. Sin embargo, esto no fue lo que sucedió: cuando fueron infectados con listeria, los ratones viejos que portaban CMV demostraron ser más resistentes que los ratones viejos sin CMV. "Nos quedamos completamente sorprendidos, esperábamos que estos ratones estuvieran peor, pero tenían una respuesta más robusta y efectiva a la infección", ha resaltado la doctora.
Los investigadores no están seguros de cómo el CMV fortalece el sistema inmune, lo están investigando en un estudio separado, pero creen que han adquirido una nueva percepción del envejecimiento del sistema inmunitario. "Este estudio nos muestra que hay más capacidad en el sistema inmune a una edad más avanzada de lo que pensábamos", resalta Smithey.
Cuando procedieron a examinar las células T de los ratones, descubrieron que ambos grupos de ratones viejos tenían un suministro decente de diversas células T. "La diversidad es buena. Los diferentes tipos de células T responden a diferentes tipos de infecciones: cuantas más células T tenga, más probabilidades tendrá de combatir las infecciones", recuerda Nikolich-Zugich.
Durante años, los inmunobiólogos supusieron que la diversidad de células T disminuía a medida que envejecíamos. Esta fue una de las razones por las que los adultos mayores sucumbieron a la enfermedad más fácilmente.
Pero el estudio de los doctores Smithey y Nikolich-Zugich muestra que las células T son casi tan diversas en ratones viejos como en ratones jóvenes. El problema es que las células T diversas no se activan en ratones más viejos a menos que estén infectados con CMV. "Es como si CMV estuviera emitiendo una señal. Esto muestra que la capacidad de generar una buena respuesta inmune existe en la vejez, y el CMV, o la respuesta del cuerpo al CMV, puede ayudar a aprovechar esa capacidad", ha concluido Smithey.
Ahora, el equipo de investigación se plantea continuar estudiando sobre el CMV, y espera ver resultados "similares" en humanos. El objetivo final del equipo es crear una vacuna que pueda reforzar el sistema inmunitario de los adultos mayores y proteger contra las infecciones.