MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La cirugía de catarata es una de las intervenciones quirúrgicas más practicadas en gran parte de Europa, y se prevé que su demanda siga creciendo debido al envejecimiento de la población y al avance tecnológico que permite la efectividad del tratamiento, según ha explicado el coordinador del Departamento de Córnea, Catarata y Cirugía Refractiva del Instituto de Microcirugía Ocular, el doctor José Luis Güell.
"La innovación tecnológica ha repercutido en su práctica precoz, ya que el uso de sistemas automatizados ha incrementado la precisión y la eficacia de las operaciones", ha señalado Güell. La catarata es una patología que se manifiesta, normalmente, a partir de los 60 años, aunque se puede tratar desde sus fases iniciales.
Güell ha afirmado que "la cirugía de catarata, que consiste en sustituir el cristalino por una lente intraocular que realice su función, es una opción creciente para corregir defectos refractivos entre los 45 y los 65 años", a lo que ha añadido que "a partir de cierta edad, la prótesis artificial implantada es ópticamente mejor que el cristalino natural del paciente".
La catarata surge porque el cristalino, la lente natural del ojo, se vuelve cada vez más opaco, lo que impide el paso nítido de la luz a la retina y provoca una disminución progresiva de la visión. Los primeros síntomas son la presbicia o vista cansada, que tienen lugar entre los 40 y los 45 años y que genera la necesidad de ponerse gafas para leer. En España se realizan unas 350.000 cirugías de catarata al año, tanto para tratar la patología en fases avanzadas como en iniciales.
LA TECNOLOGÍA HA PERMITIDO MEJORAR LA CIRUGÍA
El doctor Güell ha asegurado que se disponen de "plataformas de guiado por imagen" que permiten "conectar las pruebas y medidas preoperatorias con la colocación y orientación adecuada de las lentes intraoculares durante la intervención", lo que hace la cirugía más eficaz.
Por otro lado, herramientas como el láser de femtosegundo permiten reproducir con gran exactitud las microincisiones diseñadas por el cirujano en el ordenador, al cual está conectado el láser.
