MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La pérdida auditiva es un problema que, si bien afecta a todos los grupos de edad, incide especialmente sobre los mayores. Y es que se calcula que el 30 por ciento de las personas mayores de 65 años padece algún trastorno de este tipo.
El envejecimiento de las células, y en particular de las del oído interno, hace que tengan problemas de audición y esto, unido a una salud más delicada a nivel general, provoca que muchas veces se muestren reticentes al uso de audífonos.
Ante esta situación, los expertos de Oticon han recogido una serie de consejos que ayudarán a que los mayores estén mejor informados antes de empezar a usar audífonos:
1. La decisión. Más importante que el propio uso de los audífonos es reconocer que se tiene un problema de audición y que es necesario acudir a un especialista. En este caso, los expertos les ayudarán a conocer su problema, las consecuencias y a buscar soluciones adaptadas a sus necesidades.
2. Convencimiento. Muchas veces ante la necesidad de ponerse un audífono, las personas tienen dudas en cuanto a la inversión que deben realizar. En este sentido, los expertos pueden proponerle ayudas con niveles de precio y soluciones diferentes y es que un audífono no solo ayuda a escuchar mejor, sino que es clave a la hora de potenciar las relaciones con el entorno, ayuda a controlar la disfunción cognitiva y, en última instancia, el posible desarrollo de demencia senil.
3. La recogida. En ocasiones, al recoger el audífono, el especialista puede ofrecer una gran cantidad de información y resulta abrumador. En este caso, lo que se recomienda es repasar con tranquilidad toda la información y documentación, y ante cualquier consulta acudir de nuevo al centro. Lo más importante es no quedarse con dudas que provoquen un uso indebido de los audífonos que pueda derivar en problemas mayores.
4. El primer día. Acostumbrarse a utilizar audífonos puede tardar varias semanas. Usar un audífono no significa oír bien instantáneamente, sino que hay que pasar por un proceso en el que hay que incluir poco a poco el audífono en la rutina diaria. Se recomienda usarlo al principio en espacios tranquilos en los que no haya exceso de ruido. Empezar a usarlo unas horas en el hogar ayudará a familiarizarse con él.
5. Parte de la rutina. De la misma forma que acostumbrarse a utilizar audífonos puede necesitar un cierto tiempo, también se necesita tiempo para que los audífonos ofrezcan toda su ayuda, y es que ni todas las personas se acostumbran igual de rápido, ni todas las pérdidas auditivas se pueden tratar de la misma manera.
Por este motivo, hay que tener en cuenta que los primeros momentos en lugares con bullicio podrán resultar incómodos, debido precisamente a esa adaptación que el oído tiene que llevar a cabo. Aunque al principio se perciba el sonido como poco natural, lo importante es seguir utilizándolo para conseguir el máximo aprovechamiento.
Sea cual sea la situación, el ánimo o incluso la edad en la que se utilice un audífono por primera vez, lo cierto es que lo más importante es persistir y no caer en la tentación de abandonarlo, ya que de la salud de los oídos depende, en gran parte, la salud del cerebro.