MADRID 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Farmacéuticos de Baleares evaluarán el riesgo de desnutrición en ancianos gracias al proyecto d'nut, un estudio de investigación que comienza este viernes en farmacias comunitarias y que impulsa la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) y STADA.
La detección de la desnutrición en las farmacias se hará a todas las personas interesadas mayores de 65 años mediante un cuestionario de dieciocho preguntas, que incluye la medida del peso, altura, contorno de brazo y pantorrilla.
Tras el cuestionario, los farmacéuticos le recordarán al paciente la pauta de una dieta equilibrada, incidiendo en los aspectos que debe cuidar en función de los resultados obtenidos en el test.
En caso de que el resultado del cuestionario sea de desnutrición o riesgo de padecerla se recomendará al paciente que visite a su médico de familia con una carta explicativa de la situación detectada.
Asimismo, los farmacéuticos participantes ofrecerán a los pacientes un seguimiento de su estado nutricional desde la farmacia, con controles a los tres y seis meses de la detección inicial.
MÁS DE 40 FARMACÉUTICOS
El proyecto fue el ganador de la IV Beca STADA-SEFAC para la investigación en atención farmacéutica, que se entregó en noviembre durante el V Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, y tendrá una duración de nueve meses.
Esta iniciativa, coordinada por los farmacéuticos comunitarios y socios de SEFAC Illes Balears Vicent Baixauli, Bàrbara Vanrell, Rosa Llull, Antonio González y María Servera, persigue facilitar a todas las personas mayores de 65 años de Baleares que no estén institucionalizadas el conocimiento de su estado nutricional a través de las farmacias comunitarias.
En total participan en el proyecto más de 40 farmacéuticos de 30 farmacias --25 en Mallorca, 4 en Menorca y 1 en Ibiza-- que antes de iniciar la recogida de datos de pacientes se han formado específicamente en esta materia.
Los ancianos son uno de los principales grupos de riesgo de desnutrición por estar menos controlados y, especialmente, por vivir situaciones derivadas de la soledad, la depresión, la falta de movilidad o la pérdida de habilidades para realizar actividades de la vida diaria.
Según los datos disponibles, el porcentaje de ancianos en Baleares que presenta riesgo de desnutrición es del 22 por ciento y el porcentaje de ancianos desnutridos es del 3 por ciento, lo que se traduce en que actualmente habría más de 35.700 ancianos en riesgo de desnutrición y cerca de 5.000 ancianos desnutridos en Islas Baleares.
Entre las principales consecuencias de la desnutrición está la aparición de enfermedades como la anorexia, sarcopenia (pérdida de masa muscular por desnutrición proteica) y caquexia -- la combinación de las dos anteriores--.
Pero, además, pueden surgir otros problemas de salud derivados de la disminución de la fuerza muscular, como pueden ser las caídas y un aumento y peor pronóstico de las infecciones por la alteración del sistema inmunitario.
"Una determinación precoz de la desnutrición puede mejorar el pronóstico y la recuperación y el farmacéutico comunitario, por su cercanía, proximidad y conocimientos en nutrición, puede jugar un papel estratégico en la detección de la malnutrición", ha explicado el coordinador del estudio, Vicent Baixauli.