MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
En los países de altos ingresos, las personas con una posición socioeconómica baja tienen más probabilidades de recibir atención de final de vida de mala calidad y morir en el hospital, según un metaanálisis de Joanna Davies, del 'King's College London', en Reino Unido, y sus colegas, publicado esta semana en 'PLOS Medicine'.
La posición socioeconómica más baja (SEP, por sus siglas en inglés) es un factor de riesgo conocido para la reducción de la esperanza de vida y la aparición más temprana de enfermedades. En este estudio, los científicos realizaron una revisión sistemática de los estudios que informaron de una relación entre cualquier medida de SEP, incluidos los ingresos, la educación, la ocupación o la vivienda, y la atención médica recibida por los adultos en su último año de vida. Se incluyeron 209 estudios en la revisión, incluidos datos sobre 142 resultados de salud en personas de América del Norte, Europa, Australia y Asia.
En comparación con las personas que viven en los barrios menos desfavorecidos, quienes viven en los barrios más desfavorecidos tenían más probabilidades de morir en el hospital que en el hogar, más probabilidades de recibir atención hospitalaria aguda en los últimos tres meses de vida y menos probabilidades de recibir cuidados paliativos especializados. Las personas con menos formación también presentaban menos probabilidades de recibir cuidados paliativos especializados, los cuales reducen los síntomas y mejoran el bienestar.
"Estos hallazgos deberían estimular los esfuerzos generalizados para reducir la desigualdad socioeconómica hacia el final de la vida --dicen los autores--. Recomendamos que todas las investigaciones sobre la atención recibida hacia el final de la vida útil deban intentar dar cuenta de la SEP; las intervenciones de atención al final de la vida deben analizarse por sus diferentes efectos a través de los estratos sociales; considerar la SEP en las poblaciones locales".