MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Aproximadamente un seis por ciento de la población general convive con esta patología, porcentaje que se dispara hasta el 20 por ciento en el caso de los ancianos, según han informado desde Medtronic con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Incontinencia.
No obstante, los expertos han reconocido que estas cifras son solo una aproximación al problema real ya que debido al estigma social que rodea a esta patología son muchos los afectados que no acuden al médico, a pesar de que es la primera causa de necesidad de cuidados domiciliarios y el segundo motivo más frecuente de institucionalización de ancianos.
"Cuanto antes rompamos la barrera del estigma, antes podremos seguir mejorando la calidad de vida de quienes la padecen. Resulta fundamental llevar a cabo una correcta labor de educación, difusión, formación e investigación para entender que es una enfermedad que no hay que aceptar sino tratar", ha dicho la cirujana coloproctólogo del servicio de cirugía general y del aparato digestivo del Hospital de La Princesa de Madrid, la doctora Bermejo.
BENEFICIOS DE LA NEUROMODULACIÓN SACRA
En este punto, la doctora ha destacado la eficacia de los tratamientos de neuromodulación sacra, una terapia mínimamente invasiva reversible, de probada eficacia y duradero, que consiste en la aplicación de impulsos eléctricos a nivel de las raíces nerviosas que modulan el funcionamiento de los esfínteres anales en particular, y del suelo pélvico en general.
Precisamente esta terapia ha sido desarrollada por la compañía Medtronic y está indicada para pacientes para los que el tratamiento conservador, basado en medidas higinienicodietéticas, medicación moduladora de las heces y biofeedback o entrenamiento del suelo pélvico, ha resultado insuficiente, una situación que se da en el 50 por ciento de los casos.
De hecho, estudios realizados para evaluar su eficacia han demostrado una reducción significativa de los episodios de incontinencia fecal en el 89 por ciento de los pacientes, llegando a una mejoría completa en el 36 por ciento. En dichos trabajos, estos resultados se mantuvieron en el tiempo incluso pasados cinco años del implante del neuroestimulador.
Esta terapia es también efectiva en pacientes que sufren doble incontinencia (fecal y urinaria) y que en su uso en mujeres se ha observado una mejoría global de la salud del suelo pélvico consiguiendo, en general, mejorar de forma significativa la calidad de vida de los pacientes tratados.