MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Alrededor del 40 por ciento de los pacientes con cáncer tienen más de 70 años, un porcentaje que irá aumentando debido al envejecimiento de la población, según ha asegurado la doctora del servicio de Hematología Clínica del Instituto de Oncología L'Hospitalet y coordinadora del Grupo Español de Hematogeriatría de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Concepción Boqué, durante un encuentro organizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) en Madrid, con la colaboración de la compañía biotecnológica Celgene.
El cáncer es una enfermedad que está muy ligada a la edad, y el plan de tratamiento puede ir desde el más estándar hasta los cuidados paliativos en aquellos casos en los que está en una situación más avanzada y los pacientes son frágiles. Por ello, a juicio de la experta, es "fundamental" evolucionar hacia un modelo en el que todo el paciente mayor tenga acceso a ser valorado de forma más profunda que permita evaluar su reserva de salud.
"Una vez que se han detectado problemas ligados al envejecimiento, el pan de tratamiento incluya los cambios pertinentes y el paciente además tenga acceso a un apoyo adecuado, personalizado e individualizado", ha añadido la experta.
De hecho, el factor de riesgo individual más importante para el cáncer es el envejecimiento y este hecho, ligado a una mejora en la calidad de vida de la población, provocará, según la Organización Mundial de la Salud, un incremento del 11 por ciento al 22 por ciento en el diagnóstico de cáncer en la población mayor de 60 años entre 2000 y 2050. Es decir, un aumento de 605 millones a 2.000 millones en el transcurso de medio siglo.
Además, según datos del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos el 60 por ciento de todos los tumores malignos aparece en personas que ya han superado los 65 años de edad, de los que aproximadamente la mitad de ellos se presentan una vez cumplidos los 70 y, hasta una sexta parte, en los ancianos mayores de 80 años. Las tres causas fundamentales de muerte por cáncer en este grupo de edad son las neoplasias malignas de pulmón, colon y mama.
LIMITACIONES EN EL ACCESO A TRATAMIENTOS
Respecto al acceso a los nuevos fármacos oncohematológicos en el Sistema Nacional de Salud, la doctora del Hospital Lluis Alcanyís de Xátiva, Valencia, Oncólogo Médico y coordinadora del Grupo de Trabajo de Oncogeriatría de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Regina Gironés Sarrió, ha asegurado que actualmente no existe limitación 'per se' al acceso a fármacos por criterios de edad.
"En el caso de que exista, hay que erradicar la idea que la población anciana no merece ser valorada por el oncólogo por el hecho de serlo. En ocasiones, la cultura proteccionista de nuestro medio puede limitar que el paciente exprese su voluntad a la hora de participar en el proceso de decisión terapéutica", ha añadido.
Dicho esto, Gironés ha hecho hincapié en la necesidad de generar evidencia científica en el manejo de la población anciana con cáncer, y ha destacado que es preferible disponer de datos de población anciana, evitando extrapolar los resultados obtenidos en población más joven. "Es fundamental disponer de más datos reales de pacientes mayores, de los tratamientos y de su evolución, sobre todo, para valorar qué es lo que tenemos y qué es lo estamos haciendo", ha argumentado.
Por su parte, el presidente de la SEGG, José Antonio López Trigo, ha destacado la importancia de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), ve fundamental la colaboración entre profesionales sanitarios de diferentes ámbitos en beneficio del cuidado del paciente anciano.
"Los geriatras tendemos a integrar a los pacientes desde un equipo multidisciplinar, tomando como liderazgo una especialidad dependiendo de la enfermedad que sufra el paciente. Ante todo, es fundamental preservar el derecho del paciente a ser atendido en condiciones de igualdad sin distinciones negativas por su edad", ha subrayado.
En su opinión, todavía quedan retos en la atención al paciente oncohematológico mayor. "Hay que ser capaces de cambiar la inercia actual en cuanto la atención de las personas consideradas dudosas en cuanto a tratamiento, que no reportan muchos beneficios por su condición de base, y moverlos de ese grupo para que así se pueda revertir su situación de fragilidad y, en consecuencia, puedan recibir la atención que necesiten", ha zanjado.