MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento con el rivaroxaban, comercializado por Bayer con el nombre de 'Xarelto', reduce hasta un 24 por ciento el riesgo combinado de ictus, muerte cardiovascular e infarto de miocardio en pacientes con enfermedad crónica coronaria arterial o arterial periférica.
Así se desprende de los resultados del estudio fase III 'Compass' presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, en sus siglas en inglés) que se celebra en Barcelona, en el que se analizó la eficacia de usar una dosis del fármaco de 2,5 miligramos dos veces al día, más una dosis de ácido acetilsalicílico de 100 miligramos una vez al día.
El estudio comparó este enfoque combinado con una toma única diaria de ácido acetilsalicílico en pacientes que ya habían recibido tratamiento según aconsejan las guías para la hipertensión, el colesterol elevado y la diabetes.
El beneficio demostrado en los resultados de eficacia y eventos cardiovasculares graves se debió principalmente a una reducción significativa del riesgo de ictus (42%) y de muerte cardiovascular (22%). Y aunque también redujo el riesgo de infarto en un 14 por ciento, este resultado no es estadísticamente significativo.
Además, la posología combinada demostró una considerable mejora del 20 por ciento del beneficio clínico neto, definida como reducción en el riesgo de ictus, muerte cardiovascular e infarto de miocardio compensado con los eventos de sagrado grave.
La incidencia de sangrado fue baja y, aunque hubo un incremento de las hemorragias graves, no hubo un aumento significativo de los sangrados mortales o intracraneales. Y en la población con enfermedad arterial periférica, la combinación de eventos graves relacionados con las extremidades junto con las amputaciones graves por causa vascular, se redujeron significativamente.
"Estos hallazgos de la dosis vascular de rivaroxaban se puede decir que son los más significativos en terapia antitrombótica en estas dolencias hasta la fecha. Una vez aprobada, esta dosis vascular nos aporta mayores oportunidades de cambiar la práctica clínica y tratar mejor a los pacientes, ha destacado John Eikelboom, profesor asociado de la división de Hematología y Tromboembolismo del departamento de Medicina de la Universidad McMaster, en Canadá.