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MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Imperial College de Londres, en Reino Unido, han constatado las bajas probabilidades de que la vacuna intranasal contra la gripe pueda desencadenar alguna reacción alérgica en los niños que tienen alergia al huevo o presentan sibilancias o un asma bien controlado, según los resultados de un estudio publicado en el 'British Medical Journal'.
La evidencia científica muestra como niños y adolescentes son de los principales afectados y transmisores del virus de la gripe de ahí que, desde 2012, el Departamento de Salud de Reino Unido aconseje cada año el uso de la vacuna de la gripe atenuada en niños de 2 a 16 años, dentro del programa de vacunación infantil del National Health Service (NHS, en sus siglas en inglés).
Aunque la vacuna intranasal viva contra la gripe (LAIV, en sus siglas en inglés) se desarrolló de forma específica para la población más joven, hasta ahora los datos de seguridad en menores con alergia al huevo o asma eran limitados, lo que hacía que sólo se recomendara su uso en niños de menos de 5 años con problemas respiratorios, dejando sin protección a muchos otros.
En este trabajo participaron un total de 779 menores de 2 a 18 años que fueron vacunados frente a la gripe, de los que casi la mitad (315, 40%) habían experimentado una reacción alérgica al huevo en los últimos 12 meses; un 35 por ciento (270) habían experimentado un episodio de anafilaxia anteriores al huevo, y 445 (57%) sufrían sibilancias de forma recurrente o tenían asma diagnosticado.
Los participantes se sometieron a un seguimiento presencial de al menos 30 minutos después de la vacunación que se prolongó en las 72 horas posteriores, por vía telefónica. En los menores con asma o sibilancias recurrentes, el seguimiento fue de cuatro semanas.
De este modo, no se observaron reacciones alérgicas sistémicas durante las dos horas posteriores a la vacunación y sólo nueve participantes (1,2%) experimentaron síntomas leves, incluyendo una erupción en la piel, estornudos, picazón o secreción nasal, que pudieran sugerir una reacción alérgica local.
En un total de 221 participantes se reportaron algún tipo de evento posterior pero ninguno requirió ingreso hospitalario ni conllevó un aumento de síntomas en las vías respiratorias inferiores cuatro semanas después, en el caso de los menores con asma.
Un hallazgo que, según los autores, "confirma los resultados anteriores de que LAIV es poco probable que desencadene una reacción alérgica sistémica en los jóvenes con alergia al huevo" y, por tanto, "pueden ser vacunados de forma segura". Lo mismo sucedería "en niños con riesgo de sibilancias en los que los síntomas estén controlados".