MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El uso a largo plazo de medicamentos recetados para tratar la presión arterial alta y la insuficiencia cardíaca podría estar contribuyendo al daño renal, según ha revelado una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (Estados Unidos).
El estudio, que se ha publicado en 'JCI Insight', recoge la valoración de los científicos que piden que se realicen más estudios para analizar y comprender mejor los efectos a largo plazo de los medicamentos.
"Nuestros estudios muestran que las células productoras de renina son las responsables del daño. Ahora nos estamos enfocando en entender cómo estas células, que son tan importantes para defendernos de las bajas de presión arterial y mantener nuestro bienestar, se transforman e inducen daño renal", ha asegurado la doctora María Luisa Sequeira López, del Departamento de Pediatría de la Valladolid y Centro de Investigación de Salud Infantil.
Este estudio ha pretendido comprender por qué las formas graves de la afección suelen ir acompañadas de un engrosamiento de las arterias y de los pequeños vasos sanguíneos del riñón, lo que provoca daños en los órganos.
Así, han descubierto que las células renales especializadas llamadas células de renina juegan un papel importante. Estas células normalmente producen renina, una hormona vital que ayuda al cuerpo a regular la presión arterial. Pero los cambios dañinos en las células de renina pueden hacer que las células invadan las paredes de los vasos sanguíneos de los riñones. Luego, las células de renina desencadenan la acumulación de otro tipo de células, las células del músculo liso, que hacen que los vasos se engrosen y se endurezcan. El resultado: la sangre no puede fluir a través del riñón como debería.
Además, los investigadores han identificado que el uso a largo plazo de medicamentos que inhiben el sistema renina-angiotensina, como los inhibidores de la ECA o los bloqueadores de los receptores de angiotensina, tienen un efecto similar. Estos medicamentos se usan ampliamente para muchos propósitos, incluido el tratamiento de la presión arterial alta, la insuficiencia cardíaca congestiva y los ataques cardíacos, así como para prevenir problemas cardíacos importantes. Pero el uso a largo plazo de los medicamentos se asoció con vasos renales endurecidos tanto en ratones de laboratorio como en humanos, encontraron los científicos.
Los científicos recalcan que los medicamentos pueden salvar la vida de los pacientes, por lo que enfatizan la importancia de continuar tomándolos.