ALICANTE, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Centro Iberoamericano de Biodiversidad (CIBIO) de la Universidad de Alicante (UA) es el grupo de investigación de referencia que trabaja en la efectividad del antiparásito ivermectina contra el coronavirus.
La UA ha explicado, este martes, que la noticia se conoció hace unos días cuando científicos australianos anunciaron que el medicamento antiparasitario, disponible en todo el mundo y ampliamente utilizado en veterinaria, es capaz de detener el crecimiento del virus SARS-CoV-2 en cultivos celulares en 48 horas.
Al menos esos son los datos que arroja el estudio colaborativo, dirigido por Kylie Wagstaff del Biomedicine Discovery Institute (BDI) de la Universidad de Monash en Melbourne (Australia), junto al Peter Doherty Institute of Infection and Immunity (Doherty Institute). El artículo científico está disponible desde el 3 de abril de 2020 on line en la revista Antiviral Research.
La ivermectina es un antiparasitario "muy eficaz", usado de manera preventiva en el ganado, desde su descubrimiento en 1981. Desde entonces ha experimentado un crecimiento exponencial, hasta convertirse en un tratamiento estándar contra los parásitos, incluso en humanos. Es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un medicamento esencial.
"En el grupo de investigación estamos trabajando desde hace más de diez años con esta molécula, un antiparasitario que se usa de manera global para tratar los parásitos del ganado", ha detallado el catedrático de Zoología e investigador del CIBIO, José R. Verdú, director del estudio en la UA.
Verdú ha comentado, asimismo, que la ivermectina también se utiliza para tratar patologías producidas por parásitos en humanos como la oncocercosis, "enfermedad que afecta a más de 20 millones de personas provocada por un parásito que se enquista en varias partes del cuerpo y en muchos casos puede producir ceguera o incluso la muerte; o casos de parásitos en humanos en Colombia y varios países de Latinoamérica".
Por estas razones y por evitar la muerte de muchos humanos le concedieron en 2015 el premio Nobel de Fisiología y Medicina al japonés Satoshi Omura, tras más de treinta años del descubrimiento de la ivermectina.
Para Verdú, el posible uso de la ivermectina como antiviral en humanos para tratar el virus SARS-CoV-2 suma grandes ventajas ya que "está libre de patentes, es muy fácil de adquirir y cualquier empresa farmacéutica puede sintetizarla fácilmente". Es una molécula que es muy común; se usa a nivel global y cualquiera la puede tener a nivel mundial.
PROPIEDADES MOLECULARES
La idea que apunta la publicación australiana es que la ivermectina tiene otras propiedades a nivel celular. "Aún no se sabe muy bien el modo de acción de esta molécula, la forma de inhibir la replicación del virus, pero todo apunta a que la ivermectina actúa inhibiendo la interacción entre las proteínas de integración del SARS-CoV-2 y las moléculas responsables de la entrada del RNA al núcleo, evitando por tanto su replicación", ha explicado el catedrático de la UA.
Además, ha señalado que el efecto inhibidor "ya se ha demostrado en otros virus, donde se ha comprobado que la ivermectina actúa como inhibidor de las proteínas del HIV, provocando que estas proteínas no puedan entrar en el núcleo de la célula y no puede replicarse en el DNA; algo parecido se ha observado en el caso del virus que provoca el dengue".
El científico de la UA ha enfatizado, además, como "positivo" que, aunque el resultado publicado es in vitro, se ha demostrado que provoca el mismo efecto que en los otros virus: evitar que el virus pueda entrar en el núcleo de la célula y replicar ahí su componente genético, el RNA. "Falta demostrar a nivel clínico si es viable y dar con la concentración adecuada para uso en humanos y que no resulte dañina".
MUY TÓXICO
La parte problemática en torno a la ivermectina sigue siendo la misma: "Sus residuos, que se vierten al agua y al medio terrestre son muy tóxicos a nivel ambiental, y para la diversidad de artrópodos, a los que afecta. El uso indiscriminado de la ivermectina tiene efectos a nivel efecto invernadero y de ecosistemas terrestres y acuáticos, produciendo muchos residuos".
Esto es lo que concluían en "First assessment of the comparative toxicity of ivermectin and moxidectin in adult dung beetles: Sub-lethal symptoms and pre-lethal consequences", la última publicación científica en la que Verdú y su equipo manifestaba su preocupación.
Esta última aportación se realizaba con un equipo multidisciplinar, con participación de científicos del CIBIO y el Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la UA; la Universidad de Jaén, Université Paul Valéry Montpellier 3; el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC; la Universidad de Granada; y el IUCN-Centre for Mediterranean Cooperation.
El grupo concluía que la ivermectina es seis veces más tóxica que la moxidectina para los insectos responsables del reciclaje de la materia orgánica, siendo la primera vez que se tenían evidencias científicas basadas en estudios fisiológicos.
Por esto recomendaban a los veterinarios y ganaderos el uso de moxidectina como una alternativa a tener en cuenta en la desparasitación del ganado, en sustitución de la ivermectina y para evitar las graves consecuencias que tiene en la Biodiversidad el uso de ésta.
En la actualidad, la ivermectina es la molécula más usada a nivel mundial y también una de las más tóxicas para la fauna beneficiosa, asegura José R. Verdú.
El grupo de investigación liderado por Verdú está próximo a sacar un nuevo artículo científico sobre la ivermectina, previsiblemente en este mes de abril.