MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento antirretroviral del VIH lleva años demostrando una alta eficacia, resulta bien tolerado y es fácil de utilizar con una única pastilla diaria en la mayoría de pacientes, por lo que el futuro más inmediato de la innovación en este campo pasa por poder espaciar las dosis y administrarlas cada uno e incluso seis meses.
"Mejorar el tratamiento antirretroviral que tenemos en el momento actual es muy difícil", según ha reconocido José Ramón Arribas, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario La Paz de Madrid, en el marco de la cuarta jornada 'Hitos en Investigación Básica y Clínica del VIH/Sida' (HIBIC) que Gilead ha organiza este fin de semana de Madrid.
En ese sentido, este experto ha destacado los avances que se han producido en investigación clínica en el abordaje del VIH en los últimos años, que permiten que los pacientes con VIH tengan ya incluso una esperanza de vida incluso similar a la de la población general.
No obstante, ha añadido Josep María Gatell, del Hospital Clínic de Barcelona, en los dos próximos años se puede producir un "nuevo cambio de paradigma" en el abordaje de la enfermedad con la aparición de tratamientos de vida media prolongada, que en lugar de utilizar dosis diarias como hasta ahora se administren semanalmente, cada mes o incluso seis meses.
"Los tratamientos espaciados tienen los mismos principios activos, lo único es que se reformulan para que en lugar de liberarse inmediatamente se programan para hacerlo progresivamente", según Gatell, que augura que podrían ser una realidad ya en 2019.
En principio los que están más avanzados serían los de administración cada uno o dos meses, y se administrarían por vía intramuscular. "Serían inyecciones pero también podrían ser parches, lo que único que no pueden es ser pastillas, porque en el estómago no puede estar liberándose poco a poco", ha explicado.
Además, con su llegada habría que preguntarle a los pacientes que estrategia prefieren a fin de conseguir un mayor grado de cumplimiento terapéutico ya que, según Gatell, algunos preferirán una pastilla que se toma cada día y otros una inyección que se pone cada dos meses "aunque le duela un poco cada vez cada vez que se la ponga".
LA INMUNOTERAPIA TAMBIÉN TIENE "POTENCIAL" CONTRA EL VIH
Por otro lado, durante el encuentro se analizará el impacto que puede tener más a medio plazo la aplicación de la inmunoterapia, que como recuerda Arribas ya ha "revolucionado" el abordaje del cáncer y otras enfermedades y en el campo del VIH también tiene mucho "potencial".
En este caso, el objetivo sería encontrar "la combinación más adecuada" de anticuerpos para mantener el virus a niveles indetectables, lo que incluso en algunos pacientes permitiría retirar la terapia antirretroviral. En ese sentido, Arribas ha citado algunos trabajos con anticuerpos altamente neutralizantes pero todavía, según Arribas, es "como hablar de ciencia ficción".
"Hoy día las vacunas terapéuticas contra el VIH son un tema de investigación y no de rutina (...) Hay mucha investigación y en un futuro podemos tener un candidato que permita interrumpir el tratamiento, pero eso todavía está por ver cuándo será", ha apuntado Gatell.
No obstante, este experto reconoce que a medida que el tratamiento antirretroviral sea más eficaz, fácil de usar y bien tolerado, las vacunas también deberán serlo para reemplazar a estos tratamientos. "No lo vas a reemplazar por algo más costoso o peor tolerado, y eso complica la investigación en este campo", ha reconocido.
Por su parte, el investigador José Alcamí, del Instituto de Salud Carlos III, ha avanzado que en los próximos años se van a iniciar ensayos clínicos tanto con nuevos prototipos de vacunas que generan anticuerpos como con el uso de anticuerpos como vacunas. Y en estos casos los estudios apuntan a que su uso podría ser más efectivo en pacientes recién infectados, en los que el sistema inmune no está demasiado deteriorado y es capaz de controlar la infección.