MADRID, 26 Mar. (EDIZIONES) -
Los investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), del grupo cardioCHUS del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, ha identificado el papel de la omentina para contrarrestar los efectos negativos de los tratamientos oncológicos como la cardiotoxicidad producida por los tratamientos antineoplásicos, y que es uno de los efectos secundarios más importantes, repercutiendo negativamente tanto en la calidad de vida como en la morbimortalidad.
"El objetivo es evaluar los efectos del tratamiento con omentina frente a la toxicidad del docetaxel, fármaco prescrito para el cáncer de mama y que está asociado con problemas electrofisiológicos, isquémicos e insuficiencia cardiaca", ha señalado Ricardo Lage, investigador.
En un estudio reciente de Lage e Isabel Moscoso y financiado por la Fundación Mutua Madrileña, han demostrado que la omentina disminuye el daño inducido por el docetaxel en cardiomiocitos, sugiriendo que los niveles de esta proteína podrían modular la tendencia al desarrollo de cardiotoxicidad en pacientes oncológicos.
Si bien existe una sólida conciencia de la asociación entre la obesidad y la enfermedad cardiovascular, es menos conocida su asociación con el desarrollo de distintos tipos de cáncer y una mayor susceptibilidad a la toxicidad cardiaca.
La omentina, cuyos niveles disminuyen con el sobrepeso y la obesidad, es una adipoquina (una proteína metabólicamente activa cuya síntesis tiene lugar en el adipocito y desempeñan función muy importante en la regulación de procesos metabólicos) con efectos beneficiosos en las respuestas inflamatorias, la homeostasis de glucosa y la enfermedad cerebro vascular. Niveles bajos de omentina, están relacionados con enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca e infarto agudo de miocardio.
Según explica Ricardo Lage, "en el trabajo evaluamos los efectos del tratamiento con omentina frente a la toxicidad inducida por docetaxel, un fármaco ampliamente prescrito en el manejo del cáncer de mama y cuyo uso se ha asociado a problemas electrofisiológicos, isquémicos e insuficiencia cardiaca".
Los investigadores han demostrado en este estudio, publicado en 'Plos One' que la omentina inhibe la muerte celular inducida por docetaxel. La pérdida de cardiomiocitos es uno de los determinantes principales en la progresión de la disfunción cardiaca. Aunque la omentina no logró reducir el estrés oxidativo inducido por el fármaco, si fue capaz de disminuir el estrés del retículo endoplásmico sugiriendo su posible papel cardioprotector frente a la toxicidad por este tipo de fármacos.
IMPLEMENTAR TERAPIAS
"Se trata de un estudio preliminar que ha de escalarse en pacientes. En primer lugar hemos de estudiar si el desarrollo de toxicidad en los pacientes está relacionado con los niveles de omentina y si estos están a su vez determinados por la obesidad" afirma Isabel Moscoso, última firmante del estudio. "Localizar a los pacientes con mayor riesgo de cardiotoxicidad permitirá implementar terapias dirigidas a prevenirla y un manejo adecuado y personalizado del tratamiento oncológico", detalla.
Actualmente, la atención cardiovascular se enfrenta a un cambio de paradigma, ya no se trata de evitar la cardiotoxicidad sino prevenirla o tratarla en un paciente con el tratamiento oncológico óptimo desarrollando terapias específicas basadas en el conocimiento mecanístico del daño cardiaco, de ahí este trabajo impulsado por el grupo del CIBERCV en el Hospital Clínico Universitario de Santiago.