MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, el doctor Enrique Raya, afirma que la aparición de las terapias biológicas ha supuesto una "auténtica revolución" en el tratamiento de las enfermedades reumatológicas, "muchos pacientes han mejorado su calidad de vida y ahora pueden tener una vida personal y laboral normal".
En estos término se ha referido dentro del simposio 'Quince años transformando vidas' organizado por Pfizer en el marco del XLI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se ha celebrado recientemente en Sevilla.
Las enfermedades reumatológicas producen un dolor crónico que a muchos pacientes les impide continuar con su vida cotidiana, causándoles un grave impacto psicológico, social y laboral. Se estima que el 18 por ciento de los españoles mayores de 20 años padecen algún trastorno reumatológico y estas enfermedades son la causa del 50 por ciento de las incapacidades laborales permanentes.
Durante el encuentro se ha hablado de patologías como artritis reumatoide, artritis idiopática juvenil, espondilitis anquilosante o artritis psoriásica, que son algunas de las dolencias que afectan con frecuencia a la población.
El tratamiento de las enfermedades reumatológicas ha experimentado considerables variaciones en la última década y ha pasado de un abordaje conservador, que sólo buscaba controlar los síntomas clínicos, a uno mucho más avanzado orientado a limitar la destrucción articular y la discapacidad de los pacientes.
"Las terapias biológicas son eficaces porque han demostrado ralentizar la progresión del daño articular e incluso inhibir su progresión, consiguiendo la remisión del proceso inflamatorio", ha añadido el doctor José A. Román Ivorra, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, quien recuerda que estas terapias han conseguido detener el deterioro estructural.
Entre los retos a los que se enfrentan los reumatólogos a la hora de tratar a los pacientes con enfermedades reumatológicas, se encuentra el conseguir un control clínico de la actividad, el daño estructural y la seguridad. "La terapia biológica lo permite porque ha evolucionado y actualmente es un tratamiento con un perfil de seguridad alto que ha hecho que los reumatólogos nos sintamos cómodos a la hora de su manejo", afirma.
Por otro lado, ha destacado que esta terapia es coste-efectiva en pacientes con enfermedades reumáticas crónicas, tal y como se ha podido constatar en los diferentes estudios realizados en los que se demuestra que el grado de calidad de vida, capacidad funcional, integración laboral y rendimiento laboral son lo suficientemente importantes como para justificar el uso de las mismas. "También existe una reducción del absentismo laboral, así como de la incapacidad transitoria y permanente. Además, la percepción subjetiva de los pacientes respecto a la terapia biológica es de haberles devuelto a su vida normal", añade.