MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio basado en un ensayo de intervención temprana versus tardía con datos sobre la terapia hormonal sustitutiva con estradiol confirma el beneficio que aporta en la reducción de múltiples biomarcadores de inflamación y, en consecuencia, en retrasar la progresión de la aterosclerosis, según publican en la revista 'Menopause'.
La terapia hormonal, uno de los tratamientos más comunes para controlar eficazmente los síntomas de la menopausia, brinda múltiples beneficios para la salud, incluida la desaceleración de la progresión de la aterosclerosis. El estudio, basado en los datos del ensayo de intervención temprana versus tardía con estradiol (ELITE) ,evaluó el mecanismo subyacente de dicho beneficio y se presentará durante la Reunión Anual Virtual 2020 de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS, por siglas en inglés), que se inaugurará este lunes.
La aterosclerosis es un proceso inflamatorio crónico de los vasos sanguíneos que es fundamental para la mayoría de los casos de enfermedad cardiovascular. El riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres aumenta rápidamente después de la menopausia.
Los datos de ELITE ya demostraron los beneficios de la terapia hormonal para reducir la progresión de la aterosclerosis en mujeres posmenopáusicas sanas y relativamente más jóvenes. En este nuevo estudio, los investigadores evaluaron específicamente su efecto sobre los biomarcadores de inflamación en las mujeres posmenopáusicas involucradas en ELITE.
Como parte del estudio, que comparó estradiol oral con placebo, los investigadores midieron las concentraciones circulantes de 12 marcadores inflamatorios en 643 mujeres posmenopáusicas. A través de este análisis, confirmaron que la HT redujo significativamente las concentraciones circulantes de varios biomarcadores clave.
Las mujeres que estaban a menos de 6 años de la menopausia mostraron los mayores beneficios antiinflamatorios de la terapia hormonal en comparación con las mujeres más de 10 años después de la menopausia.
"En la muestra total, los niveles promedio de E-selectina, ICAM-1, IFNgamma e IL-8 en el ensayo fueron significativamente más bajos en el grupo de terapia hormonal en comparación con las mujeres tratadas con placebo", explica la doctora Roksana Karim, profesora de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad de California del Sur.
"Este estudio nos ayuda a comprender mejor los mecanismos fisiológicos potenciales que podrían explicar por qué la terapia hormonal retarda la progresión de la enfermedad cardíaca a principios de la menopausia, pero no en las mujeres más distantes de la transición a la menopausia", añade la doctora Stephanie Faubion, directora médica de la NAMS.
No obstante, precisa que "se necesita investigación adicional para comprender más plenamente cómo el tiempo transcurrido desde la menopausia altera el impacto de la terapia hormonal en el riesgo de enfermedades cardíacas".