MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio publicado en 'Blood Advance' por la Sociedad Americana de Hematología concluye que los tratamientos combinados con dos o más medicamentos para la presión arterial pueden reducir significativamente la presión arterial en pacientes que toman ibrutinib.
Los medicamentos dirigidos como ibrutinib han mejorado los resultados para los pacientes con cánceres del sistema linfático, pero los pacientes tratados con ibrutinib y otros medicamentos de su clase a menudo desarrollan presión arterial alta (o hipertensión o HTA) nueva o que empeora. Pocos estudios han examinado cuál es la mejor manera de tratar este efecto secundario potencialmente grave, y tampoco existen pautas formales para guiar a los médicos hacia los tratamientos más efectivos.
De esta forma, en este trabajo dirigido por Fred Hutchinson del Cancer Center y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos), se sugiere firmemente que el tratamiento agresivo con ciertas combinaciones de medicamentos antihipertensivos puede lograr una presión arterial significativamente reducida en esta población de pacientes.
Los investigadores encontraron que diferentes combinaciones de medicamentos pueden ser más efectivas dependiendo de si los pacientes tenían presión arterial alta antes de comenzar el tratamiento con ibrutinib o desarrollaron presión arterial alta mientras tomaban el medicamento.
Para llegar a esta conclusión, examinaron los registros médicos de 196 pacientes que fueron tratados simultáneamente con un BTKi y uno o más medicamentos antihipertensivos durante al menos tres meses entre 2014 y 2018 en uno de los 14 centros médicos de Estados Unidos. Casi el 93% de los participantes del estudio se identificaron como caucásicos, con una edad promedio de 67 años.
Aproximadamente el 71% eran hombres, mientras que el 29% eran mujeres. Los pacientes se separaron en dos grupos: aquellos que estaban tomando al menos un medicamento antihipertensivo antes de comenzar el tratamiento con un BTKi (el grupo de HTA previa; 118 pacientes) y aquellos que comenzaron a tomar uno o más medicamentos antihipertensivos mientras estaban en tratamiento con un BTKi ( el grupo que desarrolló hipertensión arterial de nueva aparición después de iniciar el tratamiento (78 pacientes).
Los investigadores clasificaron los medicamentos antihipertensivos en cuatro grupos: inhibidores de la ECA y bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA), betabloqueantes, bloqueadores de los canales de calcio e hidroclorotiazida. El resultado primario del estudio fue la efectividad del tratamiento antihipertensivo evaluado por la reducción promedio de la presión arterial media (PAM), la presión promedio en las arterias de un paciente durante un ciclo de latidos del corazón.
Los resultados mostraron que los pacientes en el grupo de HTA previa que tomaron betabloqueantes junto con hidroclorotiazida lograron reducciones promedio estadísticamente significativas en la PAM de aproximadamente cinco mmHg (unidad de medida de la presión arterial). Los pacientes del grupo de HTA de novo que tomaron inhibidores de la ECA o ARA II junto con hidroclorotiazida lograron reducciones similares en la PAM. Aproximadamente el 15% de los pacientes de ambos grupos que tomaban betabloqueantes e hidroclorotiazida alcanzaron lo que los investigadores clasificaron como un rango de presión arterial normal (120/80 o menos).
De esta forma se concluye que en esta población de pacientes, como en los pacientes con hipertensión en general, es necesario tratar con múltiples medicamentos para lograr un control exitoso de la presión arterial. Sin embargo, los hallazgos del estudio no arrojan ninguna luz sobre por qué ciertos regímenes combinados fueron más efectivos que otros o por qué diferentes regímenes combinados fueron más efectivos en pacientes con hipertensión preexistente y de nueva aparición.