MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain de Salt Lake City (Estados Unidos) aseguran que el uso de suplementos de testosterona ayuda a los hombres de edad avanzada con enfermedad coronaria a reducir su riesgo de sufrir un trastorno cardiovascular mayor, como un ictus o un infarto.
El estudio, cuyos resultados se presentan en el encuentro anual del Colegio Americano de Cardiología que se celebra estos días en Chicago (Estados Unidos), demostró que los pacientes que recibieron testosterona como parte de su tratamiento tenían un 80 por ciento menos de riesgo de sufrir un evento cardiaco adverso.
"Demuestra que el uso de la terapia de reemplazo con testosterona para mantener esta hormona a unos niveles normales no aumenta el riesgo de infarto de miocardio o de derrame cerebral", ha reconocido Brent Muhlestein, que ha liderado la investigación.
En el trabajo analizaron los datos de 755 hombres de entre 58 y 78 años que tenían una enfermedad arterial coronaria grave, que fueron divididos en tres grupos diferentes en función de si estaban recibiendo estos suplementos, tanto en inyecciones como en formato gel, y en qué dosis.
Después de un año, 64 pacientes que no estaban tomando suplementos de testosterona sufrieron eventos cardiovasculares adversos, frente a solo 12 del grupo que recibieron una dosis media y 9 de los que tomaban una dosis más elevada.
Y al cabo de tres años, el número de afectados por un evento cardiovascular adverso ascendió a 125 en el grupo que no recibió testosterona, frente a los 38 del grupo de dosis media y 22 de los que tomaban una dosis más elevada.
"Aunque este estudio indica que los hombres con bajo nivel de andrógenos podrían verse beneficiados de estos suplementos, se trata de un estudio observacional que no proporciona suficiente evidencia para justificar un cambio en las recomendaciones de tratamiento", ha reconocido Muhlestein.
Los datos corroboran los resultados de un estudio publicado el año pasado que demostró que este tipo de suplementos no incrementaba el riesgo de infarto o ictus en aquellos pacientes que presentaban unos niveles bajos de testosterona.
El estudio se produce después de que la Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) obligara a todas las compañías fabricantes de estos suplementos a incluir en su etiquetado los posibles riesgos coronarios asociados a su uso.
"La advertencia de la FDA se basó en la mejor información clínica disponible hasta el momento", según Muhlestein, que confía en que esta advertencia cambie cuando se confirmen los resultados de esta investigación.