La supervivencia del melanoma avanzado mejora cuando la inmunoterapia se administra antes de la terapia dirigida

Archivo - Dermatólogo examinando lunares. Melanoma.
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Publicado: martes, 4 octubre 2022 7:15

MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un ensayo clínico dirigido por médicos del Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos) ha demostrado una notable ventaja del 20 por ciento en la tasa de supervivencia global a dos años para las personas con melanoma avanzado que recibieron primero inmunoterapia (tasa de supervivencia del 72 por ciento) frente a las que recibieron inicialmente terapias dirigidas (tasa de supervivencia del 52 por ciento). La supervivencia sin progresión, es decir, cuando el cáncer se mantiene estable o mejora, también tiende a favorecer a los que empezaron con la inmunoterapia.

Los resultados del ensayo multicéntrico de fase III, DREAMseq, dirigido por el profesor de oncología Michael Atkins, subdirector del Centro Integral del Cáncer Lombardi de Georgetown, en nombre del Grupo de Investigación del Cáncer ECOG-ACRIN y patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer, se publican en el 'Journal of Clinical Oncology' y se presentaron de forma preliminar en la serie de plenos virtuales inaugurales de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) el pasado mes de noviembre.

"Aunque sigue siendo una enfermedad potencialmente devastadora, los avances en el tratamiento de los pacientes con melanoma metastásico han sido nada menos que notables esta última década --señala Atkins--. Además de DREAMseq, los resultados de un importante ensayo clínico a nivel nacional en el que se inscribieron pacientes en el Georgetown Lombardi mostraron que si se administraba una inmunoterapia llamada pembrolizumab antes y después, en lugar de solo después de la cirugía para extirpar el tejido tumoral, la tasa de supervivencia libre de tumor a dos años aumentaba del 49% al 72%. Estos dos hallazgos, junto con otros avances recientes, apuntan a una promesa significativa para muchas personas con melanoma", asegura.

El ensayo DREAMseq descubrió que para los pacientes con melanoma que tienen una mutación en el gen BRAF, concretamente una mutación BRAF V600, la inmunoterapia es el mejor enfoque inicial que la administración de fármacos dirigidos específicamente a esta vía mutada.

A partir de 2015, 265 participantes en el ensayo con melanoma metastásico fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: un grupo recibió una combinación de fármacos dirigidos (dabrafenib y trametinib) seguida de una combinación de inmunoterapia (ipilimumab y nivolumab) si su cáncer se resistía a la primera combinación, y el otro grupo recibió primero la combinación de inmunoterapia y, en caso necesario, la terapia dirigida. El ensayo se detuvo antes de tiempo debido a la clara evidencia del beneficio de administrar primero la inmunoterapia.

"Con el análisis adicional de los datos desde nuestro informe inicial, no solo sabemos que los pacientes con melanoma metastásico con mutación BRAF en general obtienen mejores resultados cuando se administra la inmunoterapia de combinación antes de la terapia dirigida de combinación, sino que también tenemos una mejor idea de por qué. En concreto, la inmunoterapia combinada, a diferencia de la terapia dirigida, produce una reducción del tumor más duradera, reduce el riesgo de progresión de la enfermedad en el sistema nervioso central y no interfiere en la eficacia posterior del enfoque terapéutico alternativo", afirma Atkins.

Recientemente se ha presentado un subanálisis de los resultados de DREAMseq para analizar el impacto de los tratamientos en la calidad de vida, y se está llevando a cabo un nuevo análisis del resultado primario que se comunicará en 2023. Lo que este estudio no resuelve es qué régimen de inmunoterapia es el mejor tratamiento inicial, explica Atkins. Esa cuestión se sigue abordando en otros ensayos clínicos, añade.

Los investigadores están llevando a cabo ensayos de terapia celular diseñados para mejorar la capacidad del sistema inmunitario de combatir el cáncer y, hasta ahora, los resultados son alentadores. Asimismo, en un ensayo nacional dirigido por el doctor Geoffrey T. Gibney, de Georgetown Lombardi, los investigadores están buscando biomarcadores que puedan ayudar a los médicos a decidir cuándo es seguro interrumpir una inmunoterapia para evitar la toxicidad y aliviar la carga de los pacientes de la necesidad de visitas frecuentes a la clínica oncológica para recibir la terapia. Los datos preliminares parecen prometedores, y el enfoque se está validando actualmente en un gran ensayo nacional, aunque advierten de que todavía faltan varios años para que se obtengan esos resultados.

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