¿Son seguros los suplementos?

Pastillas, suplementos
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Actualizado: sábado, 28 noviembre 2015 10:40

   MADRID, 28 Nov. (INFOSALUS) -

   Pueden existir interacciones entre los tratamientos médicos para determinadas patologías y los suplementos. Es lo que sucede por ejemplo en el caso del cáncer, cuyos tratamientos tienen una fuerte incidencia sobre el estado de la piel, sin embargo, se cree que las vitaminas y minerales que se incluyen en los suplementos podrían también ‘alimentar’ a los tumores.

   Según explica a Infosalus la doctora Maribel Lopera, especialista de la Unidad Antiaging de la Clínica Beautyderm de Barcelona, primero habría que tratar la patología y después las consecuencias sobre la piel de los tratamientos clínicos empleados. Además, en poblaciones como embarazadas, niños o mayores pueden existir interacciones no deseadas por la toma de suplementos por lo que siempre hay que consultar a los especialistas.

   Otros casos conocidos son el del consumo de grasas omega 3, 6 y 9 la repercusión sobre el sangrado en intervenciones estéticas como los estiramientos faciales (‘lifting’) que se pueden asemejar incluso a los efectos del fármaco anticoagulante 'Sintrom'.

   “El problema es la suma de los distintos suplementos que se toman. Existe un consumo desordenado y la población los toma sin control. No se deberían superar los consumos diarios que establecen las recomendaciones alimentarias pero si una persona toma diversos suplementos a la vez puede haber problemas, sobre todo derivados de no tener un necesario seguimiento médico”, señala la doctora Lopera.

Los suplementos los deberían de determinar especialistas de la medicina preventiva y estética, se basan en análisis en muchos casos de coste reducido en los que se determinan los minerales y vitaminas en las que existen carencias y los suplementos, como en el caso del hierro, que es conveniente tomar.

   “Los suplementos pueden prevenir numerosas enfermedades del envejecimiento entre ellas las de la piel. Lo más racional es pedir consejo al médico, que además puede proporcionar orientación sobre las marcas más fiables, y discriminar si existe alguna patología asociada, esto es una labor del médico y no debe existir automedicación”, apunta la doctora.

   En los últimos años se ha duplicado o triplicado la aplicación de suplementos en la medicina preventiva, como en el caso de los dirigidos al sistema osteomuscular, y la nutricosmética, el uso de los suplementos en el ámbito de la medicina estética y antienvejecimiento.

   “Es lo que sucede por ejemplo con la protección solar a través de los betacarotenos presentes de forma natural en la calabaza o la zanahoria y que se proporcionan en comprimidos, común también por su facilidad de uso entre el público masculino”, explica la doctora Lopera.

   La especialista aconseja adquirir productos que procedan del norte de Europa que ofrecen más confianza que los que llegan desde Estados Unidos, donde hay una múltiple oferta marcada por precios competitivos que no se corresponde con una materia prima cara y que abaratada resulta de baja calidad.

   “Cuando se indican de forma correcta y se toman por temporadas largas adecuadas y son de calidad suficiente tienen realmente un efecto preventivo. Sin embargo, hay que ser precavidos ya que no se ejercen aún los controles adecuados sobre estos productos y en muchos casos si no se elige el adecuado pueden no funcionar”, señala la doctora.

DIETA MEDITERRÁNEA: LA FUENTE MÁS SEGURA

   El estudio SUVIMAX en el que participó la doctora Lopera con centros de varios países europeos mostró que la suplementación con antioxidantes, vitaminas y minerales a toda la población no resultaba eficaz.

   “En temas como el área osteomuscular o la vista en poblaciones concretas y durante periodos de seis a nueve meses para verificar los resultados después podría ser eficaz pero no así una suplementación general a toda la población”.

   La doctora Lopera señala que la dieta mediterránea es una fuente suficiente para cubrir las necesidades nutricionales y que en el caso de los estadounidenses las deficiencias en su dieta en aceites grasos esenciales de pescado y frutos secos, frutas y verduras llevan a que se hayan generalizado los alimentos fortificados y esté muy extendido el uso de suplementos alimentarios.

   “Los mediterráneos son actualmente los más longevos del mundo por lo que deberían tomar suplementos sobre todo para asegurarse una tercera edad saludable. En este caso sí que tiene mucho sentido tomar suplementos y sobre todo nutricosméticos especialmente para las arrugas y la prevención de enfermedades degenerativas de la piel”, aclara la doctora.

   La especialista señala además que en España no se dan tantas reacciones alimentarias, ni contaminantes ni radiaciones como a las que pueden estar sometidos los americanos.

   “Tenemos sol, agua de mar, tomamos suficiente vitamina C, nuestra dieta y nuestra raza hacen que nuestra piel se arrugue menos pero la publicidad que viene de Estados Unidos es mucha y las dosis de suplementos de allí son excesivas para nuestra población”, concluye.