MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Alzheimer es una de las enfermedades donde más lenta avanza la investigación ya que no hay fármacos nuevos desde hace 15 años y, en lo que respecta a los que están disponibles, se estima que sólo un 15 por ciento de los pacientes responde moderadamente a los tratamientos, según ha reconocido Ramón Cacabelos, presidente de la Asociación Española de Medicina Genómica.
"Los tratamientos actuales no han sido diseñados para proteger a las neuronas sino para hacerlas trabajar más; y así ocurre que, incluso en los pacientes modestamente respondedores, la mejoría cognitiva se manifiesta durante el primer año de tratamiento y luego se desvanece", ha explicado este experto.
Cacabelos reconoce que en la última década se han estudiado alrededor de mil compuestos diferentes como potenciales remedios contra esta enfermedad neurodegenerativa sin que la mayoría de ellos hayan pasado más allá de las fases de estudio.
La falta de una respuesta más favorable se debe al fuerte componente genético del Alzheimer, ya que se estima que más de 200 genes están involucrados en el desarrollo de la enfermedad, mientras que más de 1.500 genes lo estarían con el metabolismo de fármacos.
De esta forma, dada la exclusividad genética de cada persona y la cantidad de combinaciones génicas posibles, sumado a otros factores como la alimentación, la búsqueda de fármacos 'universales' para el tratamiento de este tipo de demencia se ha demostrado ineficiente.
Por ello, explica este experto, es necesario un cambio conceptual en los proyectos de desarrollo de medicamentos contra el Alzheimer y habría que pasar de las líneas convencionales de investigación, dirigidas a tratar los síntomas 'a posteriori', hacia otras que se centren más en la medicina preventiva, o lo que se conoce normalmente como tratamientos presintomáticos.