MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El servicio Nutrigenético N de Cinfa, desarrollado con la Universidad de Navarra, utiliza un test nutrigenético que, mediante un análisis de ADN (en una pequeña muestra de saliva), detecta pequeñas variaciones genéticas, denominadas SNPs (Single Nucleotide Polymorphisms).
"Existen estudios científicos ampliamente validados y meta-análisis que correlacionan la presencia de determinados SNPs en ciertas poblaciones con la aparición de enfermedades concretas, por lo que su análisis permite saber si tenemos predisposición a padecer esos problemas en el futuro", ha explicado el asesor médico de Cinfa, Eduardo González Zorzano.
En concreto, el servicio de Cinfa analiza 23 SNPs que muestran la predisposición de cada persona a padecer problemas de salud en cinco áreas: alteración en macronutrientes (osteoporosis, déficit de vitamina D, alteración del ácido fólico e intolerancia a la lactosa); salud cardiovascular (hipertensión, hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, altos niveles de LDL colesterol, bajos niveles de HDL colesterol y enfermedad cardiovascular); diabetes tipo 2.
Además, desvela problemas vinculados con el peso (obesidad, dificultad para perder peso y dificultad para mantener el peso tras una dieta); e interacciones gen-nutriente (efecto negativo de una dieta rica en grasa, efecto positivo del consumo de omega-3, efecto positivo del consumo de ácidos grasos monoinsaturados, y efecto negativo de una dieta baja en ácido fólico).
Asimismo, un profesional nutricionista analiza el estilo de vida de la persona, sus hábitos nutricionales y sus parámetros antropométricos y médicos. Con este punto de partida, se diseña una dieta adaptada a las necesidades de esa persona, potenciando aquellos alimentos que pueden ayudarle a prevenir los problemas susceptibles de aparecer con el tiempo, y evitando aquellos que los potencian. Asimismo, se recomienda un programa de ejercicios individualizado.
"Hasta no hace mucho, las dietas tradicionales sólo tenían en cuenta los factores ambientales, y ofrecían pautas alimenticias generales para grandes grupos de población, sin considerar en detalle la especificidad genética del individuo. Hoy en día, gracias a la nutrigenética, podemos conocer nuestra susceptibilidad genética, condicionada por el ambiente, a desarrollar algunas enfermedades y, de esa manera, personalizar las recomendaciones dietéticas a las necesidades concretas de cada persona", ha zanjado el director de innovación del Centro de Investigación en Nutrición de la Universidad de Navarra, Carlos Javier González.