MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La compañía B+Safe ha equipado al Senado con desfibriladores DOC (Desfibrilador Operacional Conectado), para actuar con éxito en caso de que se produjese una parada cardíaca repentina en su interior o en las inmediaciones del recinto que ocupa la Cámara Alta del Parlamento español.
La iniciativa se ha completado con la formación de varios trabajadores del Senado, a cargo de B+Safe, que han recibido la instrucción necesaria en resucitación cardiopulmonar-soporte vital básico (RCP/SVB) y la información para el uso del DOC, mediante un enfoque práctico y cercano a la realidad.
El DOC incorpora en un único equipo un desfibrilador inteligente, fácil y de máxima calidad, con un módulo de comunicación que le proporciona tele-asistencia, telecontrol y geolocalización las 24 horas del día. Esto facilita que, en caso de avisar a los servicios de urgencias, estos sepan las coordenadas exactas de localización del paciente, ganando un tiempo crucial.
En España se producen 100 muertes diarias por paro cardíaco fuera del ámbito hospitalario. "Esta cifra podría descender de manera significativa con un aumento de los espacios cardioprotegidos, ya que el uso de un desfibrilador aumenta hasta un 90 por ciento las posibilidades de salvar una vida si se utiliza en los cinco minutos posteriores al paro cardíaco", ha informado el director general de B+Safe, Nuño Azcona.
"Por eso es especialmente importante su disponibilidad en lugares que registran un tránsito importante de personas, como es el caso del Senado. Las distintas Administraciones y las instituciones públicas y privadas españolas muestran un interés creciente por incorporar la cardioprotección a sus instalaciones y áreas de actuación. Pero aún tenemos un largo camino por delante hasta alcanzar el nivel de países de nuestro entorno como Francia, donde la presencia de desfibriladores es 8 veces más frecuente que en España, o Alemania", ha añadido Azcona.
ESPACIOS CARDIOPROTEGIDOS
La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos. El gran número de muertes por paro cardíaco en la población, ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de zonas o espacios cardioprotegidos.
Estas zonas cuentan con, al menos, un desfibrilador, con mantenimiento garantizado y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.
Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardíaco repentino es de un máximo de 5 minutos.