BARCELONA 26 May. (EUROPA PRESS) -
Las farmacias catalanas han asegurado este miércoles que con los dos decretos aprobados desde marzo por parte del Gobierno, con la intención de reducir el gasto sanitario en medicamentos, dejarán de facturar 75 millones de euros y se destruirán cerca de 3.000 puestos de trabajo, a razón de uno por cada farmacia que existe.
En rueda de prensa, los presidentes de las cuatro provincias que conforman el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña --Jordi de Dalmases por Barcelona, Andreu Suriol por Tarragona, Josep Aiguabella por Lleida y Carles Conejero por Girona-- advirtieron que el ahorro global de 2.500 millones afectará de "forma indiscrimanada" a las oficinas de farmacia, en especial a las más pequeñas.
"No podemos más", aseguró De Dalmases, que se mostró convencido de que las farmacias deberán reducir el número de guardias nocturnas que realizan --por ser deficitarias-- y el usuario verá afectada la calidad del servicio, al verse reducido el 'stock' de fármacos, aumentar el plazo de provisión y disminuir la calidad del servicio.
De Dalmases pidió a los políticos "no eludir responsabilidades" y "modificar el sistema sanitario", limitando la oferta y la demanda con la introducción de medidas valientes que huyan del tradicional impacto sobre el sector de los medicamentos. Dichas medidas, fruto de un pacto entre todos los partidos, deberían evitar los costes electorales, aseguró.
El presidente del Colegio de Barcelona no concretó si entre estas medidas debería contemplarse la introducción del copago, aunque incidió en la necesidad de fomentar la "corresponsabilidad" del usuario, porque un sistema gratuito como es el sanitario tendrá siempre una "demanda infinita", precisó.
Asimismo, aseguró que el desarrollo de la receta electrónica en las farmacias catalanas "no podrá seguir creciendo", puesto que su extensión definitiva precisa de nuevas inversiones en sistemas informáticos que, después de que las farmacias hayan dedicado unos 6 millones de euros, solo serán posibles si hay "cambios en el modelo".
De Dalmases recordó que en la última década las oficinas de farmacias catalanas han recibido diversas medidas de ajuste que, desde 2000, han supuesto una reducción de casi el 20% en el margen de beneficios obtenido por cada medicamento. Todo ello, a pesar de que Catalunya "ha hecho los deberes" y es una de las comunidades con menor precio medio por receta --14,20 euros-- y mayor prescripción de fármacos genéricos --el 25,95% del total--.
Para los presidentes de los colegios, la "falta de decisión" para reformar el sistema sanitario durante los años de crecimiento económico ha provocado que ahora se decreten medidas poco equilibradas que inciden en el ámbito del medicamento. "Es decepcionante sufrir las consecuencias de la falta de decisión de quienes tienen los mecanismos en las manos y no los utilizan, ni a tiempo ni en las formas adecuadas", señalaron.
El acto sirvió además para mostrar de forma contundente la unidad de un sector cuya voz de alarma se sumó así a la ya lanzada por la industria farmacéutica, quien aseguró que los decretos gubernamentales provocarán la pérdida de 5.000 empleos directos.