MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Actualmente no son muchos los fármacos que establecen en su ficha técnica la obligatoriedad de realizar estudios genéticos del paciente antes de su prescripción pero, según el catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago Ángel Carracedo, está previsto que su número aumente "significativamente" en los próximos años.
Así lo ha asegurado durante la conferencia inaugural del 56 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que se celebra estos días en la capital gallega bajo el lema 'De la farmacotecnia a la terapia individualizada: Un camino de ida y vuelta'.
Según este experto, los biomarcadores juegan un papel esencial y son las agencias reguladoras, como la europea EMA y la americana FDA, las que deben validar y decidir "cuáles tienen evidencias suficientes".
El problema, indica, es que "el proceso de validación de las agencias reguladoras es muy lento", de forma que los avances en el campo científico tardan en llegar a la práctica clínica. Además, cuando el biomarcador está validado, el sistema sanitario "debe valorar si es rentable con estudios de coste-eficacia".
En la sesión plenaria que se ha celebrado sobre la preparación de medicamentos en el hospital se ha destacado el papel creciente que va a desarrollar el servicio de farmacia del hospital.
Para el presidente de la SEFH, José Luis Poveda, el papel de estos profesionales es clave dentro del hospital, ya que gestiona el 30 por ciento de los recursos humanos y materiales del servicio de farmacia.
La preparación de formulaciones y personalización de dosis supone dos "claras" ventajas, por un lado la mejora de la eficiencia económica, al permitir un mejor aprovechamiento de las dosis de medicamentos; y, por otra parte, una mayor garantía de seguridad de los pacientes al evitar manipulaciones posteriores de las dosis.