MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
La farmacéutica suiza Roche ha anunciado la aprobación en España de su primera inmunoterapia contra el cáncer que, además, es la única hasta el momento con financiación pública que puede utilizarse para tratar tumores de pulmón y vejiga en fase metastásica.
"Representa un cambio de paradigma ya que ofrece a los pacientes alternativas que antes no teníamos", ha destacado el presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), Mariano Provencio. Y en cáncer de vejiga tiene especial importancia porque para los pacientes metastásicos apenas se habían registrado avances de relevancia en los últimos 30 años, ha añadido el presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG), José Ángel Arranz.
El atezolizumab, que se comercializa bajo el nombre de 'Tecentriq', es un anticuerpo monoclonal que inhibe la proteína PD-L1, que es utilizada por el tumor para "escapar" del sistema inmune, lo que permite la activación de los linfocitos T para que puedan reconocer y destruir las células cancerígenas.
En cáncer de pulmón, uno de los más frecuentes en España, el fármaco puede utilizarse en tumores no microcíticos localmente avanzados o metastásicos que ya han sido tratados previamente con quimioterapia, siempre que los pacientes presenten mutaciones EGFR o ALK positiva.
En estos casos, según los ensayos clínicos realizados, se ha visto que después de 2 años la mediana de supervivencia es de 13,8 meses, cuatro meses más que los 9,6 meses que consiguen cuando son tratados con quimioterapia. "Dado que estos tumores todavía no son curables, el objetivo es aumentar la supervivencia", según Provencio, que también ha destacado la elevada toxicidad que ofrecen las alternativas actuales.
Para tumores de vejiga, la aprobación en España permite su uso en pacientes con carcinomas uroteliales localmente avanzados o metastásicos que han sido tratados previamente con quimioterapia basada en platino, en torno a un 10 por ciento de los más de 20.000 nuevos casos que se diagnostican cada año en España.
Según ha explicado Arranz, los ensayos clínicos han demostrado que esta inmunoterapia muestra eficacia en el 63 por ciento de los casos y la respuesta se prolonga durante 21,7 meses de media, frente a los 7,4 meses que consigue la quimioterapia.
Además, la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) también permite su uso en primera línea de tratamiento en aquel subgrupo de pacientes que no pueden recibir quimioterapia con cisplatino, tras demostrar una supervivencia global de 15,9 meses, frente a los 9 meses que consigue la quimioterapia con carboplatino.
EN PRIMERA LÍNEA, UNA OPCIÓN AÚN SIN FINANCIACIÓN
Esta indicación no cuenta por el momento con financiación pública en España pero la compañía tiene en marcha un ensayo clínico en fase III en el que participan una treintena de centros españoles, lo que favorece que cualquier paciente con esas condiciones podría acceder al tratamiento por esta vía.
De hecho, uno de los próximos pasos que se abren tras la aprobación de este nuevo tratamiento es la identificación de subgrupos de pacientes en los que pueda usarse en primera línea de tratamiento, algo que también están investigando el GECP y el SOGUG.
"La inmunoterapia ha supuesto la irrupción de fármacos nuevos que todavía no sabemos lo que van a dar de si. No sólo hablamos de fármacos nuevos, sino de una nueva era en Oncología", ha resaltado Provencio, que ha reclamado una mayor apuesta de las autoridades sanitarias por el impulso de ensayos clínicos y la incorporación de nuevas terapias. "Debemos exigir una sanidad de nivel", ha sentenciado.