MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio sugiere que las personas mayores que toman estatinas tienen una menor probabilidad de desarrollar parkinsonismo más adelante en comparación con las personas que no toman estatinas, según publican en el número online de 'Neurology', la revista de la Academia Americana de Neurología. El parkinsonismo agrupa las condiciones neurológicas que causan problemas de movimiento, incluyendo temblores, lentitud de movimientos y rigidez.
Las estatinas son fármacos utilizados para reducir el colesterol en la sangre y proteger contra la aterosclerosis, una acumulación de placa en las arterias que puede provocar el endurecimiento de las mismas, un ataque al corazón y un derrame cerebral.
"Nuestros resultados sugieren que las personas que usan estatinas pueden tener un menor riesgo de parkinsonismo y eso puede ser causado en parte por el efecto protector que las estatinas pueden tener en las arterias del cerebro --explica el autor del estudio, el doctor Shahram Oveisgharan, del Centro Médico de la Universidad Rush (Estados Unidos)--. Nuestros resultados son emocionantes, porque los problemas de movimiento en los adultos mayores que se encuentran bajo el paraguas del parkinsonismo son comunes, a menudo debilitantes y generalmente intratables".
El estudio analizó a 2.841 personas con una edad promedio de 76 años que no tenían parkinsonismo al inicio del estudio. De ellos, 936 personas (33%) estaban tomando estatinas.
Los investigadores hicieron un seguimiento anual de los participantes durante una media de seis años para comprobar las estatinas que estaban tomando y para comprobar si había signos de parkinsonismo.
Se consideraba que las personas tenían parkinsonismo si cumplían el requisito de deterioro leve para dos o más de los siguientes síntomas: temblor, rigidez, marcha parkinsoniana, que se caracteriza por pequeños pasos arrastrados y una lentitud general de movimiento, y bradicinesia, un sello distintivo del parkinsonismo que consiste en la dificultad para mover el cuerpo rápidamente a la orden.
Al final del estudio, 1.432 personas (50%) desarrollaron signos de parkinsonismo. De 936 personas que tomaban estatinas, 418 personas (45%) desarrollaron parkinsonismo seis años después, en comparación con 1.014 de 1.905 personas (53%9 de los que no habían estado tomando estatinas.
Después de controlar la edad, el sexo y los riesgos vasculares, como el tabaquismo y la diabetes, que podrían afectar el riesgo de parkinsonismo, los investigadores encontraron que las personas que habían estado tomando estatinas, en promedio, tenían un 16% menos de riesgo de desarrollar parkinsonismo seis años después, en comparación con los que no habían estado tomando estatinas.
Alrededor del 79% de las personas en terapia con estatinas estaban tomando estatinas de intensidad moderada o alta. Los investigadores encontraron que las personas que tomaban estatinas de mayor intensidad tenían un 7% menos de riesgo de desarrollar parkinsonismo en comparación con los que tomaban estatinas de baja intensidad.
Los investigadores también examinaron los cerebros de 1.044 personas que murieron durante el estudio. Encontraron que aquellos que habían estado usando estatinas tenían, en promedio, un 37% menos de probabilidades de tener aterosclerosis en comparación con aquellos que no habían estado usando estatinas.
"Se necesita más investigación, pero las estatinas podrían ser una opción terapéutica en el futuro para ayudar a reducir los efectos del parkinsonismo en la población general de adultos mayores, no sólo en las personas con colesterol alto o que están en riesgo de accidente cerebrovascular", destaca Oveisgharan.
"Como mínimo, nuestro estudio sugiere que los escáneres cerebrales o las pruebas vasculares pueden ser beneficiosos para los adultos mayores que muestran signos de parkinsonismo pero no tienen los signos clásicos de la enfermedad de Parkinson o no responden a los medicamentos para la enfermedad de Parkinson", añade.
