MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Sólo el 2 por ciento de los pacientes más graves con tuberculosis multirresistente han sido tratados con los dos nuevos fármacos que se aprobaron hace dos años para estos casos, según denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF), con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis que se celebra este jueves 24 de marzo.
Tanto la bedaquilina, comercializada por Johnson&Johnson, como la delamanida, de la farmacéutica Otsuka, han demostrado su potencial para mejorar la salud de los afectados por la variante más agresiva de la tuberculosis, que afecta a unas 150.000 personas en el mundo, a pesar de que inicialmente no habían sido específicamente desarrollados para esta enfermedad.
De hecho, en los proyectos que MSF tiene en Rusia y Armenia vieron como entre el 75 y 80 por ciento de los pacientes que siguieron un régimen de tratamiento reforzado con bedaquilina no tenían signos de tuberculosis en los cultivos seis meses después de iniciar el tratamiento.
Ante esta eficacia, la organización destaca en un comunicado la necesidad urgente de aumentar el acceso de las personas a estos tratamientos más efectivos, haciéndolos asequibles y disponibles.
"El potencial de estos nuevos medicamentos se traduce en que estamos viendo a personas con tuberculosis extremadamente resistente salir por su propio pie del hospital cuando de otra manera habrían muerto", ha aseverado Yoseph Tassew, coordinador médico de MSF para Rusia, que ve "frustrante" que "no se pueda ofrecer esta esperanza a todas las personas que podrían beneficiarse inmediatamente de ellos".
Para incrementar el acceso a los mismos, piden a las farmacéuticas que prioricen el registro de los medicamentos en los países con una alta prevalencia de tuberculosis de forma que los fármacos se puedan utilizar fácilmente, y que ofrezcan precios asequibles a todos los países en desarrollo con altas cargas de tuberculosis.
HASTA 4.000 EUROS POR TRATAMIENTO
En su último informe 'Medicamentos para la tuberculosis resistente: bajo el microscopio', que analizaba las barreras y los factores que condicionan el acceso a estos fármacos, denunciaron que los regímenes preferidos para el tratamiento de la tuberculosis resistente cuesta entre 1.800 y 4.600 dólares (entre 1.600 y 4.000 euros) por persona y curso de tratamiento, sin incluir los nuevos medicamentos para la tuberculosis o los fármacos reposicionados que pueden incrementar drásticamente su eficacia.
De hecho, si se añadiesen los nuevos medicamentos el precio es mayor, ya que Otsuka ha fijado el precio de un tratamiento completo de delamanida en 1.700 dólares (unos 1.500 euros) por persona para los países en desarrollo y la bedaquilina cuesta a algunos países más de 3.000 dólares (unos 2.600 euros) por ciclo de tratamiento, a pesar de que también cuenta con un programa de donaciones para países sin recursos.
Del mismo modo, considera que los países deben incluir urgentemente los dos nuevos medicamentos en sus guías de tratamiento y "levantar de forma temporal las restricciones sobre las importaciones" hasta que los fármacos sean registrados.