MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio muestra que los pacientes con dolor lumbar que están deprimidos tienen más probabilidades de que se les prescriban opiáceos y recibir dosis más altas. Entender estos patrones de prescripción arroja nueva luz sobre la actual epidemia de opiáceos y puede ayudar a determinar si los esfuerzos para controlar el uso indebido de opiáceos con receta son efectivos.
"Nuestros hallazgos demuestran que estos fármacos son más frecuentemente prescritos a pacientes con dolor lumbar que también tienen síntomas de depresión y hay una fuerte evidencia de que los pacientes deprimidos corren mayor riesgo de mal uso y sobredosis de opioides", explica el autor principal del trabajo, John Markman, del Departamento de Neurocirugía del Programa de Investigación del Dolor en el Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
El dolor lumbar es una causa principal de discapacidad en Estados Unidos, la enfermedad más común por la cual se prescriben opioides. Usando datos de la Encuesta del Panel de Gastos Médicos, un conjunto de encuestas a gran escala de familias e individuos, sus proveedores médicos y empleadores recogidos a nivel federal, los investigadores recopilaron datos de prescripción de opiáceos desde 2004-2009. Este periodo es importante porque coincide con un fuerte aumento de las tasas de prescripción de opiáceos para tratar el dolor de espalda baja.
El calendario del estudio también precedió inmediatamente a la introducción de una nueva generación de fármacos diseñada para disuadir el abuso y la aplicación de una amplia gama de políticas para hacer frente a la epidemia de opiáceos y servirá como punto de referencia importante para evaluar el impacto de estos esfuerzos.
Los científicos descubrieron que los individuos con dolor lumbar que fueron evaluados positivamente para la depresión tenían más del doble de probabilidades de recibir un opioide y recibieron más del doble de la dosis típica del fármaco durante el transcurso de un año.
El trabajo -publicado en la revista 'PAIN'-- también señala la necesidad de que los investigadores comprendan mejor los riesgos y beneficios asociados con la prescripción de opiáceos y otras formas de medicamentos para el dolor a las personas con dolor lumbar y depresión. El dolor lumbar es también la patología más estudiada para aprobar nuevos medicamentos para el dolor.
"Excluir a los pacientes deprimidos puede llevar a los clínicos que dependen de estos estudios a subestimar los riesgos de los opiáceos cuando se les recetan para el dolor lumbar en la práctica rutinaria", afirma Markman.