MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de investigadores, afiliados al Instituto de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNIST), Corea del Sur, han descubierto una nueva ruta reguladora de las vías de señalización inducidas por la matriz extracelular (MEC), lo que puede servir como un nuevo marcador de diagnóstico y vía terapéutica para la lucha contra las enfermedades crónicas del hígado.
El grupo ha descubierto el papel crucial de la endotropina (ETP) en la producción de un microentorno patológico en tejidos del hígado de enfermedad hepática crónica. La ETP es un marcador de la formación de colágeno tipo VI (COL6), conocido como el vínculo entre la obesidad y el cáncer.
Los niveles de endotropina en los tejidos adiposos son elevados en la obesidad o la diabetes y se asocian con fibrosis, inflamación y angiogénesis del tejido adiposo, "lo que lleva a una disfunción metabólica en los tejidos adiposos y la resistencia sistémica a la insulina", explica la profesora del UNIST, Jiyoung Park, quien descubrió la ETP en 2012.
El estudio revela que la ETP desempeña un papel importante en la interacción entre hepatocitos y células no parenquimatosas, lo que influye en la progresión de la enfermedad hepática. Primero, las vías de señalización de la ETP matan a los hepatocitos, después, estas sustancias muertas interactúan con los hepatocitos vivos, provocando inflamación y endureciendo el hígado. Finalmente, si el círculo vicioso apoptosis - fibrosis - inflamación continúa, puede llevar a la enfermedad hepática crónica y al cáncer de hígado.
LA SOBREEXPRESIÓN DE LA ETP ES UN DESENCADENANTE DEL CÁNCER DE HÍGADO
En este trabajo, se examinaron los tejidos hepáticos de pacientes con carcinoma hepatocelular (CHC), gracias a lo que encontraron que la presencia de ETP en regiones vecinas de tumores está fuertemente asociada con el mal pronóstico de este tipo de cáncer. Además, para evaluar la función directa de la endotropina en los tejidos hepáticos, el equipo creó un ratón transgénico con ETP inducible y específico para el hígado. Así, descubrió que la sobreexpresión de la ETP es un desencadenante del cáncer de hígado.
Los anticuerpos terapéuticos que inhiben la actividad de la ETP "se pueden usar para romper el círculo vicioso que se produce entre las células del tejido hepático", afirma Park. Esto sugiere la utilización de la ETP como "sustancia objetivo para el desarrollo de un agente terapéutico específico en el tratamiento de pacientes con enfermedad hepática crónica", según la doctora.
De igual manera, al ser la endotropina, una sustancia extracelular que se puede detectar fácilmente en la sangre, la ETP que aparece en la etapa temprana de la enfermedad hepática crónica, "también puede servir como un marcador de diagnóstico temprano", asegura la especialista.
La enfermedad hepática crónica, conocida como el asesino silencioso, no muestra síntomas obvios hasta que la enfermedad se ha situado en una etapa avanzada. Por lo tanto, hacer un diagnóstico adecuado en la etapa temprana "puede ser un desafío clínico", concluye Jiyoung Park.